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El Louvre reabrió de manera parcial en medio de una huelga de trabajadores

El Museo del Louvre reabrió de manera parcial este miércoles en París, luego de que su personal resolviera mantener una nueva jornada de huelga para reclamar mejoras en las condiciones de trabajo, incrementos salariales y un plan integral de mantenimiento del edificio. La reapertura, que permitió el ingreso de visitantes a algunos espacios del museo, se concretó pese a las protestas iniciadas días atrás y tuvo como objetivo evitar un cierre total de la institución, aunque bajo un esquema de funcionamiento restringido y con acceso limitado a determinadas áreas.

La decisión se produjo después de que alrededor de 300 trabajadores votaran continuar con las medidas de fuerza, en una segunda jornada de paro tras la realizada el lunes. Los empleados del museo expresaron su disconformidad con la situación laboral actual, que incluye una dotación de personal insuficiente para atender al público y garantizar la seguridad de las colecciones, además de la falta de inversiones sostenidas para la conservación del edificio. Por ello, la reapertura parcial fue vista por los representantes gremiales como una medida riesgosa si no se atienden previamente los reclamos planteados.

Museo

Desde el sector sindical, Valérie Baud, representante del gremio advirtió públicamente sobre las consecuencias de mantener el museo abierto sin resolver los problemas de fondo. Señaló que la dirección de la institución debería priorizar la seguridad tanto del patrimonio como de los trabajadores  y visitantes, y sostuvo que habilitar espacios en medio de un conflicto activo podría agravar una situación ya delicada.

Durante el año, el Louvre enfrentó una serie de episodios que encendieron alertas sobre el estado general del edificio y los sistemas de control. El hecho más grave ocurrió el 19 de octubre, cuando un grupo de delincuentes ingresó por una ventana y sustrajo joyas valuadas en más de 100 millones de dólares, un episodio que fue calificado como uno de los robos más importantes sufridos por la institución. A este acontecimiento se sumaron problemas estructurales, como el cierre de una galería en noviembre debido al deterioro edilicio y una fuga de agua registrada semanas atrás, que provocó daños en obras pertenecientes a la biblioteca de Antigüedades Egipcias.

Los reclamos del personal también incluyen la elaboración de un plan de mantenimiento que contemple la conservación a largo plazo del museo, uno de los más visitados del mundo. También manifestaron su rechazo al reciente aumento del precio de la entrada para los visitantes no europeos, que pasará de 22 a 32 euros a partir del 14 de enero, lo que representa un incremento del 45%.

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