El zaguero vialense recordó sus inicios y repasó su carrera futbolística.
Yair Marín abandonó su Viale natal siendo adolescente para hacerse camino en el fútbol. Primero en Rosario, luego en Buenos Aires y más tarde en Mendoza, donde parece haber encontrado su lugar en el mundo desde que jugó en Atlético Palmira. Antes había tenido un desaire con Deportivo Maipú, pero después repuntó su carrera y supo vestir los colores de Gimnasia e Independiente Rivadavia, su actual equipo.
“Desde que llegué a Mendoza me adoptaron y me han tratado muy bien. Acá formé mi familia, vivo muy bien y contento. Estoy feliz de que haya sido así y obviamente muy agradecido”, manitestó el ex jugador de Viale Foot Ball Club que se desempeña como zaguero central de la Lepra en la Primera Nacional.
“Me fui a Rosario a jugar a Newell's Old Boys hasta los 17 años y me volví a mi casa 6 meses a jugar en Viale. Después fui a San Lorenzo, donde estuve cuatro años y no llegué a jugar en Primera, hasta que vine a Deportivo Maipú, me bajaron el pulgar días antes y llegué a Palmira", contó en diálogo con Uno Mendoza.
"Estuve a punto de irme a Portugal, tenía todo para irme al Benfica B y se me cayó todo antes de viajar. Estuve tres días en un hotel de Retiro, esperando que me manden los pasajes y me volví", relató el futbolista de 30 años que tuvo un paso por Temperley antes de desembarcar en la Lepra.
Posteriormente, el ex jugador de El Porvenir recordó su paso por Palmira, el club donde pudo reflotar su carrera: "Fue algo hermoso, fue volver a empezar. Es un club impulsado por gente que trabaja incansablemente, todo a pulmón y fue muy lindo. Me trataron de primera”.
En territorio mendocino su vida cambió, porque conoció a Antonella, su pareja desde hace seis años, y hoy tienen un hijo en común llamado Santiago. Hoy juega en Independiente Rivadavia, donde se transformó en referente: “El hincha de la Lepra siempre se manejó con respeto, le agradezco el cariño, que es mutuo. Siempre intento dejar todo por esta camiseta”.