Mariano Werner festejó, y mucho, la obtención de la corona más importante del automovilismo argentino.
El paranaense Mariano Werner se coronó como el mejor de la temporada del Turismo Carretera, atípica por cierto debido a la pandemia de Coronavirus, y de esa manera festejó por primera vez en su carreraw en la categoría más importante del automovilismo argentino. Después de mucho pelearla y quedar en las puertas un par de veces, Marianito finalmente logró sacarse esa espina y cerrar una campaña que será inolvidable.
El piloto de la capital entrerriana, que maneja el Ford del Memo Corse, llegó en la quinta colocación en el autódromo San Juan Villicum y eso le alcanzó para ser el mejor de 2020. En un dato que quedó para la anécdota, la competencia fue ganada por Agustín Canapino (Chevrolet); en tanto que Jonatan Castellano (Dodge) y Gastón Mazzacane (Chevrolet) completaron el podio.
Con la Copa de Oro en la mano, Werner realizó declaraciones después de bajarse del podio y manifestó que “esto es un sueño, es lo más pesado que me tocó levantar en mi vida. Además fue sacarme una mochila tan pesada de la espalda”.
Acerca de la carrera, Marianito dijo: “Tenía unos nervios bárbaros, de todos modos estuve concentrado en toda la carrera. En cuanto al rendimiento del auto, no tenía muchos más, no tuve el funcionamiento de carreras anteriores, pero sabíamos que nos alcanzaba para pelear el campeonato”.
A lo que añadió: “Creo que el campeonato se ganó en La Plata, cuando ganamos esas dos carreras increíbles y esos puntos bonus nos dieron hoy mucha tranquilidad para regular”.
Y cerró: “Esto fue cumplir el sueño más grande de toda mi vida”. Enseguida nomás a Werner le preguntaron por lo que sentiría su hermano, Gabriel, si fuera parte de ese momento y allí se le cortó la voz.