La doble medallista paralímpica Antonella Ruiz Díaz transita momentos de felicidad plena, pero lejos del atletismo adaptado. Según sus propias palabras, lo que vive no es comparable con los bronces que logró para Argentina en lanzamiento de peso F41 (talla baja) en Tokio 2020 y París 2024. "Esto no, no se compara con ninguna medalla, esta va a ser mi medalla más soñada, colgarme la de mamá", confesó en diálogo con ANÁLISIS.

La lanzadora de bala y disco ya transitó sus primeras 24 semanas de embarazo y tiene fecha probable de parto: el 4 de agosto llegará Emilia, según se reveló el pasado domingo en una ceremonia familiar. "A esta etapa la estoy disfrutando un montón, me estoy dedicando a mí y a mi casa, estoy viviendo una vida completamente distinta a la que estaba acostumbrada a llevar, pero sin dudas la estoy disfrutando, siendo muy feliz", contó.

Antonella y Francisco, su pareja, deseaban agrandar la familia y la espera se les hizo larga, aunque se tratara de un par de meses: "Cuando vimos el positivo fuimos las personas más felices del mundo, queríamos gritarlo a los cuatro vientos, pero nos tuvimos que aguantar".

Antonella Ruiz Díaz consiguió en dos ciclos paralímpicos lo que pocos deportistas logran: fue dos veces ganadora de medallas -ambas de bronce- y en dos sedes distintas. Ambas, casualidad o no, fueron las primeras que obtuvo la delegación argentina en cada evento. La primera llegó en Tokio 2020 +1, cuando alcanzó una marca de 9.50 metros que le alcanzó para colgarse el bronce; la segunda fue en París 2024, mejorando el registro: 9.58m. Se ubicó detrás de la tunecina Raua Tlili, dueña del récord mundial y olímpico con 10.55 metros, que lanzó 10.40 metros; segunda fue la uzbeca Kubaro Khakimova, con un intento de 10.36 metros.

Medallista paralímpica, mundial, sudamericana y parapanamericana, además de ser abanderada de la Argentina en distintos certámenes internacionales, la entrerriana sabe que cambiará la situación cuando vuelva a la actividad deportiva en el alto rendimiento. "Obviamente soy consciente de que no va a ser lo mismo con un bebé al lado, pero fue lo que siempre soñé, así que, como sea, voy a llevar mis rutinas adelante viviendo el día a día pero siempre con los objetivos claros. Mi bebé no va a ser un impedimento; es más, me va a dar más fuerzas para ir en busca de mis sueños, y sé que hay muchas personas que van a estar atrás mío también para apoyarme", confesó.

Según Antonella, la llegada de Emilia "no se compara con ninguna medalla" de las que obtuvo. "Esta va a ser mi medalla más soñada, colgarme la de mamá", valoró. "Sinceramente lo que he vivido en lo deportivo es un sueño que he disfrutado y voy a seguir disfrutando hasta el día que me retire. Con altos y bajos, emociones y frustraciones... pero este momento es incomparable, disfruto cada día de mi pancita, de la familia que estamos formando, de mi casa y mi pareja, es algo que soñé y soñamos como pareja: traer al mundo un pedacito de los dos. Sin dudas viene a revolucionar nuestras vidas para bien, para enseñarnos muchas cosas pero sobre todo a amar y ser amado de una forma distinta", agregó.

La profesora de fitness espera que el deporte sea una herramienta de aprendizaje para su hija, pero a través de tu propia experiencia. "Yo en el deporte he vivido miles de cosas, me ha enseñado muchas más, pero no se si me gustaría inculcarle porque es algo que tiene que vivir, darse cuenta y aprender de eso, yo la voy a apoyar en lo que le guste hacer. Siempre voy a estar ahí al lado. No voy a mentir, va a hacer deportes desde chiquita obviamente tomándolo como un juego, divirtiéndose como lo hacía su papá y yo", cerró.