Javier Milei decía cuando era candidato a presidente que como economista cobraba la consulta hasta US$25.000. Su patrimonio oficial no refleja que haya acumulado tanta fortuna, aunque en su reciente declaración jurada de 2023 le apareció de repente una cuenta de US$63.000. Ahora que es jefe de Estado encabezará este miércoles una cena en la que efectivamente se cobra US$25.000 el cubierto en lo que será el lanzamiento de la Fundación Faro, un nuevo think tank libertario que le organizó su asesor estrella Santiago Caputo y que presidiriá el politólogo y bestseller ultraconservador Agustín Laje. La cita será en un hotel porteño, pero la invitación no informó cuál. Los comensales esperan un e-mail un día antes que confirme el lugar.
El hermano del consejero, el coach Francisco Caputo, fue quien se encargó de la recaudación. En general apuntó a que todas las grandes empresas nacionales compraran mesas enteras para ocho comensales al costo de US$200.000 cada una. La idea es recaudar en blanco. Una fuente cercana a Milei contó que entre las invitadas estuvieron el grupo Techint –de Paolo Rocca, de recientes elogios al Gobierno, aunque críticas a la falta de política industrial, el cepo cambiario y hasta la liberalización de la importación de chatarra–, IRSA –de Eduardo Elsztain, el que lo alojó en su hotel en la campaña y lo acompaño en visitas a la tumba de un rabino en Nueva York–, Vista Oil & Gas –de Miguel Galuccio– y Pan American Energy (PAE, de Marcos y Alejandro Bulgheroni, cuya esposa, Betina, fue designada embajadora de la Marca País).
Pero en Vista sostienen que no tienen idea del asunto y en PAE niegan haber comprado mesa. “Muchas tecnológicas y energéticas compraron”, comenta un pope empresario. Mercado Libre, de Marcos Galperin, fan de Milei, es una fija. En grupos como Clarín o Arcor comentan que no compran nunca mesas en cenas políticas. Uno de los argentinos más ricos también descarta comparecer: “El único hombre del traje gris con quien empatizo es (Joaquín) Sabina …no (Benjamín) Parravicini”, artista conocido como el “Nostradamus argentino”. A su vez, hay invitados que irán gratis porque mantienen una relación estrecha con algunos de los convocantes, como Jorge O'Reilly, fundador y director de la desarrolladora inmobiliaria Eidico, que ha compartido con Laje militancia antiabortista y ha asesorado a la Secretaría de Culto en el gobierno actual, publicó elDiarioAR.
Los empresarios que han participado de forma activa en la génesis de la fundación son unos hermanos amigos de Caputo del country Martindale: Patricio y Germán Neuss, dueños de un grupo diversificado con 125 años de historia. Son hijos de Jorge Neuss, que en los 90 se asoció con la francesa Thales Spectrum para que el gobierno de Carlos Menem le dé el control del espacio radioeléctrico. Neuss padre y el entonces presidente jugaban juntos al golf. Después la administración de Néstor Kirchner le rescindió el contrato, sospechado de corrupción. En 2020, asesinó a su esposa y se suicidó. Sus hijos quedaron al frente de los negocios, que incluyen la distribuidora eléctrica rionegrina Edersa, energías renovables, desarrollos inmobiliarios en la Argentina, Nueva York y Miami, la empresa de verificación técnica vehicular (VTV) Sud, campos, un haras y una bodega. Estuvieron interesados en los campos maduros que vendió YPF en Chubut. La presencia de los Neuss alejó a algún empresario fan del libre mercado: “No me gustan los que sólo saben hacer negocios con el Estado”, dijo.
La Fundación Faro busca erigirse como superadora de la Pensar, la de Mauricio Macri y el PRO. Es la de Milei y La Libertad Avanza. Planea formar cuadros técnicos para dejar de depender de alianzas con otras fuerzas políticas que nada tienen que ver con las ideas del Presidente. Para ello eligió para dirigirla a Laje, politólogo por la Universidad Católica de Córdoba y master en filosofía por la de Navarra (la del Opus Dei), autor de libros contra la “nueva izquierda”, los “mitos setentistas”, la “mentira kirchnerista”, la “ideología de género” y el “adolescentrismo” y a favor de una “batalla cultural” a favor de la “nueva derecha”.