Antonio Tardelli
Los números vuelan por el ciberespacio. Ocurre cada vez que a Sergio Urribarri le acercan un informe favorable en materia de recaudación. Toda mejora, por discreta que sea, debe ser conocida en Buenos Aires. En Olivos y en la Casa Rosada deben estar al tanto, piensa el gobernador, de los esfuerzos por incrementar los ingresos. Las cifras y los porcentajes viajan hasta encumbradas direcciones de correo electrónico.
Ese afán recaudatorio, que le permite al gobierno presentar como una hazaña algunas leves modificaciones en su estructura de ingresos, que se explican tanto por el accionar de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) como por la desaceleración de la coparticipación nacional, es el que después, cree Urribarri, lo fortalece en la instancia de asignación de recursos que se practica en el marco del discrecional sistema de distribución vigente en la Argentina.
La administración de Urribarri estima que su preocupación por los ingresos propios expresa una diferencia sustancial con el estilo político que, entienden, le imprimió oportunamente Jorge Busti a su vínculo con el poder nacional. Busti, afirman allegados al primer mandatario, concentraba todos los esfuerzos en la obtención de una tajada mejor de la torta nacional. Allí, enfatizan, agotaba su estrategia. “Ahora es distinto”, analizan en el gobierno.
De todos modos, hasta una provincia claramente identificada con el gobierno de Cristina Kirchner termina avisada de la injusta estructura que supone el actual esquema de reparto. Desde ya que no puede esperarse de Entre Ríos una actitud parecida a la que han exhibido sus socios de la Región Centro, Córdoba y Santa Fe, que últimamente hicieron escuchar abiertamente sus demandas.
Pero su decidido alineamiento no le impide al gobierno advertir la desventajosa situación de las provincias respecto de la política acaparadora del poder central. Desde hace semanas algunos borradores con números y porcentajes circulan en el Poder Ejecutivo. Urribarri estudia si es posible pensar en alguna modificación del sistema que, aunque superficial, permita mejorar el perfil relativo de Entre Ríos en el reparto.
El enfoque está puesto en la distribución secundaria de los fondos coparticipables, o sea, en los índices diferenciados que corresponden a cada provincia de la discreta porción de la torta que entre ellas se reparte.
(Más información en la edición gráfica del 9 de agosto de 2012 del Semanario ANALISIS)