El periodista chileno Mauricio Weibel brindó un detallado panorama de la crisis que vive Chile donde ya se produjeron cuatro días de protestas masivas contra la política económica y social que lleva adelante el presidente Sebastián Piñera.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Weibel describió que la situación de crisis en Chile se produjo “por un país que se cansó de los abusos y de la impunidad, lo que produjo un estallido social donde ya van 15 muertos, más de 1.800 detenidos, una cantidad increíble de gente torturada, y tres denuncias por violencia sexual y violaciones ocurridas en manos de los agentes del Estado”.

“Es una situación dramática y todo indica que pese a las medidas paliativas que anunció el presidente Piñera de subir un poco el sueldo mínimo y las pensiones sociales esto se va a mantener. Hoy estamos en el primer día de huelga nacional, que serán miércoles y jueves, donde se han sumado los sindicatos de trabadores públicos, la salud y la educación. Es una situación que aún está bastante en evolución”, afirmó.

Sobre los motivos que generaron esta crisis, explicó que “estamos bajo un gobierno cleptocrático, de gobiernos del despojo, donde hay una elite política y empresarial de centro izquierda y derecha que durante décadas se apropió de los recursos del Estado y facilitó que los empresarios acumularan una riqueza excesiva”.

Agregó que “en Chile –a quien siempre se pone como ejemplo del neoliberalismo- todos los derechos sociales están privatizados” y ejemplificó que “en una universidad pública hay que pagar 800 dólares mensuales para estudiar”.

“Las pensiones son de 300 dólares al mes promedio, en un país donde el ingreso per cápita es de 25.000 dólares; es decir que evidentemente hay una desigualdad gigantesca, y hubo una gota que rebalsó el vaso –que era nimia, totalmente pequeña- como fue que el transporte pública subiera unos pocos centavos de dólar –casi 10 centavos de dólar- y eso hizo que los estudiantes saltaran los torniquetes, empezaran a pasar gratis, el gobierno optó por una represión brutal a tiros adentro de los vagones del tren subterráneo y eso generó un estallido social al viralizarse los videos de la represión, que terminó con todos estos días de protesta que todo indica que no van a suspenderse, y pasó de ser una manifestación pequeña de estudiantes a una oleada de manifestaciones en todo el país”, explicitó.

En este contexto, el periodista sostuvo que “es difícil saber hoy” si las medidas que anunció (el presidente Sebastián) Piñera generarán tranquilidad porque “básicamente los anuncios fueron recién ayer, y además hay mucho enojo contra al presidente porque en un momento dijo estar en guerra contra un enemigo poderoso, que no era otro que la gente, desplegó a más de 20.000 militares en Santiago según las cifras del gobierno y hubo disparos a mansalva”.

“Esto ha generado mucha rabia y mucho enojo, por los videos de los muertos con escenas increíbles en que la gente se enfrenta a golpes con la policía y con los militares, por tanto es difícil saber hoy qué va a pasar”, afirmó.

No obstante, dijo que “por estas horas ya comenzó la huelga, los servicios públicos no están funcionando, el comercio y los bancos se ven un poco más normal, pero todo indica que a mediodía y en la tarde se repitan las manifestaciones pacíficas y que el gobierno nuevamente instaure el toque de queda”. Al respecto, recordó que “hay regiones como Concepción o Valparaíso, que son las más importantes después de la capital, que están con toque de queda a las 18 horas, y que aun así la gente salió a protestar a las calles hasta las 20 o 21, con los militares en las calles, lo que es una situación bien inédita”.

Asimismo, destacó que “en estas manifestaciones no hay quien conduce, son espontáneas donde de a poco los movimientos sociales y los sindicatos se han ido sumando, pero la verdad es que ha sido todo totalmente espontáneo”. Agregó que “es imposible saber hasta dónde va a llegar el malestar, porque esto partió por menos de 10 centavos de dólar y a esta altura ya se habla de las pensiones, la salud, los remedios, la educación. Es muy difícil saber cuál es el reclamo porque no hay un sector que lo lidere y eso hace muy difícil saber cuál es la frontera del malestar”.

“Hasta ahora las medidas que anunció el presidente son para los sectores más pobres de la población, pero no hay que olvidar que las manifestaciones y protestas también fueron en los sectores más adinerados de la población. Una imagen inédita en la historia de Chile es la protesta de más de 1.000 personas frente a la Escuela Militar –que es donde se forman los oficiales- y que está en uno de los barrios más acaudalados del país. Es decir que donde está el bastión de la derecha, el bastión del gobierno, había mil personas protestando frente a los militares, y esa gente no protestaba por las pensiones básicas solidarias ni por bonos para los pobres, esa gente quiere algo distinto aunque no está claro qué. También ayer las protestas fueron masivas en los barrios más acaudalados del país y es muy difícil saber dónde va a terminar esto”, explicitó Weibel.

En ese sentido, consideró que “estos días son bastante claves, si se mantienen las protestas el gobierno va a tener que dar otras señales, entre ellas sacar a los ministros que han generado este conflicto”.

Informó además que “la protesta es en todo Chile, con marchas impresionantes en el norte y en el sur, en los bastiones de la derecha del gobierno, hay marchas de miles de personas en Los Hornos que votó mayoritariamente por Piñera, en Temuco, gran parte de la zona sur está con toque de queda, Antofagasta y los puertos. Es una manifestación que partió en Santiago con unos estudiantes anarquistas saltando los torniquetes del tren subterráneo y se volvió masiva después de que se viralizara la represión de la policía, con palos y disparos dentro de los vagones del tren”.

Consultado por la situación del periodismo en este escenario, aseveró que “hay una presión social contra la televisión que mostraba una mirada criminalizadora de la protesta, ante lo cual algunos periodistas dijimos que era necesario que eso cambiara por un periodismo por la paz y poco a poco la televisión comenzó a mostrar una mirada más equilibrada. Por otra parte ha sido muy complejo el reporteo en las calles, donde hubo un periodista argentino que recibió un perdigón disparado directamente de frente por un policía, hay un caso donde un periodista de la BBC está entrevistando a una persona a quien le cae una bomba lacrimógena en la cara, hay otros corresponsales extranjeros golpeados por la policía, algunos detenidos y es en general una situación compleja que se produce cuando hay represiones de este tipo”.

Reflexionó también que “lo que pasó en Chile es lo mismo que ha pasado en Venezuela, Nicaragua, Ecuador que en el fondo son gobiernos de elite que se han quedado con la riqueza del Estado, extractivistas, y que cuando se ven complicadas empiezan a disparar” y marcó como “una paradoja que Piñera haya reclamado contra (Nicolás) Maduro y contra los muertos de Venezuela y que hoy sea él el responsable político del asesinato de 15 chilenos en su país”.

Por otra parte, aseveró que “el costo político para Piñera ya es brutal, porque incluso ha perdido la base electoral propia ya que cuando se ven las manifestaciones en los barrios ricos, que son los bastiones de la derecha, o en las regiones tradicionalmente conservadoras que son las del sur, uno se da cuenta que el presidente perdió todo el apoyo”. “No es una protesta en la periferia, no es solo en los barrios pobres ni en las regiones del norte tradicionalmente más proclives hacia la izquierda, sino que la protesta se produjo de forma inédita también en los barrios más acaudalados, donde están las sedes de los bancos, de las compañías de seguro, donde viven los diputados”, describió.

De este modo, comentó que “el barrio de Ñuñoa donde hubo una de las protestas más importantes es de clase media alta, donde viven empresarios, profesionales y diputados, con lo cual el costo para Piñera va a ser enorme y también para su sector porque en 2020 se producirá por primera vez elecciones de gobernadores en Chile, que hasta ahora los jefes regionales son elegidos a dedo por el presidente y desde el próximo año serán elegidos por la gente”.

“Esto es un escenario muy complejo para la derecha y el escenario de crisis económica lo hace muy complejo, por lo tanto en 2021 hay elecciones presidenciales y Piñera tiene muy poco tiempo para revertir esto, creo que no lo podrá hacer; pero el problema es que enfrente tampoco hay nadie porque la oposición está muy desarticulada con dos proyectos muy distintos: uno más socialdemócrata neoliberal y otro que pretende ser más de izquierda pero que tampoco está muy articulado”, concluyó.