Claudio Cañete
La cita se concretó pese al mal tiempo del sábado. Todo lo que estaba estipulado en el extenso cronograma de actividades se realizó. El saldo de este Segundo Encuentro por la Identidad es un panorama rico en logros y expresiones culturales que, por su importancia, merecen un capítulo aparte. Materiales educativos y multimediales de excelente contenido se mezclaron con publicaciones novedosas, investigaciones comprometidas con el medio ambiente y el patrimonio natural y los distintos audiovisuales que se encargaron de descubrir lo que las palabras no pueden contar a la hora de los silencios. En esta nota, ANALISIS propone un recorrido por tan sólo algunos de los proyectos que concitaron la atención del público este fin de semana en la capital entrerriana.
Dos días fueron suficientes para dejar huella, marcas de sueños, anhelos y, por sobre todas las cosas, mucho trabajo y pasión. Trabajadores de la cultura de diversos lugares de la provincia, incluyendo Paraná, se encontraron, se mostraron, compartieron. Hubo momentos en que la destreza de las manos humanas fue la protagonista, con tejidos, tallado, cestería, cuero y artesanías en otros materiales. Otros momentos de humor, rescate y denuncia a través de los documentales y realizaciones que se proyectaron en el microcine, de alto vuelo. La investigación histórica y también la científica desde la ecología, la antropología y la zoología dieron testimonio en publicaciones, audios y propuestas multimediales.
A pesar del mal clima, de la lluvia constante del sábado, todo lo prometido por la nutrida agenda del Segundo Encuentro por la Identidad Entrerriana se concretó. Tanto los stands ubicados en los museos de Bellas Artes, Histórico y de Ciencias Naturales, como las carpas en la Plaza Alvear, funcionaron a pleno con la gente que se animó a salir con paraguas y piloto en mano para acompañar esta fiesta de la cultura. El viernes ya se veía la Peatonal San Martín “invadida” por las delegaciones del interior provincial que provenían de lugares distantes, algunos poco conocidos por los paranaenses. Con mucha expectativa recorrieron la ciudad, palpitando el encuentro con el público que durante dos días les preguntaría acerca de los proyectos que formaron parte del Programa Identidad, un programa del gobierno provincial financiado con partidas del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
El archivo del Frigorífico de Gualeguaychú
En 1991, en manos de una empresa alemana, el Frigorífico de Gualeguaychú, símbolo del esplendor de la producción, quebró y marcó el fin de una época. Desde entonces, el predio permaneció vacío, como un gigante dormido. En el último tramo esta administración privada se hizo cargo pero también fue la autora del desmantelamiento de una infraestructura descomunal. Comenzó el desguace de maquinarias y sistemas.
En noviembre de 2005, con ayuda de los Bomberos Voluntarios del lugar, un grupo de personas comenzó el rescate del gran archivo administrativo, que había quedado guardado en un altillo y también salvó millares de documentos que estaban diseminados en todo el frigorífico. Así se formó la Asociación de Amigos del Museo Agrícola Regional, que emprendió esta ardua tarea de rescate.
“La gente de la fábrica tiraba las carpetas y papeles por una ventana de la parte superior, abajo hacían una hoguera que estaba prendida todo el tiempo y que a cada rato se avivaba. Hasta que comenzamos nosotros a rescatar todo eso. Nos ayudaron los bomberos. Se han salvado 900 metros lineales de estantes en hilera, con documentos, carpetas de personal, libros de actas, libros de entrada y salida de ganado, copiadores (que son archivos de cartas), informes de visitas al exterior, documentación de áreas del frigorífico como Acción Social, Medicina, Imprenta, Lavandería”, explicó Natalia Derudi, museóloga y una de las encargadas del stand de este proyecto.
“Actualmente el archivo está en custodia de Vialidad de la Provincia Seccional Gualeguaychú y al predio del frigorífico lo compró hace unos años la Vicegobernación, pero aún no se ha concretado ningún proyecto para reflotarlo. Hay dos grandes ideas, una era reabrir un frigorífico y la otra, transformar el predio en un gran centro cultural”, agregó por su parte María Eugenia Migueles, profesora de Historia, que también estaba en el stand.
En la actualidad, la Comisión Directiva de la Asociación de Amigos está conformada por 11 integrantes y recibió en donación 3.000 carpetas de personal que ya están bajo su responsabilidad. Pero, en definitiva, el mal estado de conservación del Fondo Documental en general planteó la necesidad de recursos materiales y técnicos que aseguren su supervivencia y mejoren su condición. El proyecto fue presentado al Programa Identidad por la profesora Jorgelina Dezorzi, la archivista Romina Derudi y el estudiante de Historia Pablo Herlax. Felizmente, lograron fondos para realizar sobre una parte del archivo su limpieza mecánica: la eliminación de materiales que comprometen los documentos (tales como cinta adhesiva, ganchos oxidados, carpetas ácidas); reemplazo de las antiguas cajas por las de polipropileno corrugado indicadas para el correcto almacenamiento del fondo y la nueva rotulación, respetando el orden original.
Hasta aquí misión cumplida por estos jóvenes emprendedores. Pero aún falta mucho por hacer: la Asociación de Amigos busca ampliar su puesta en valor y funcionalización e invita a los interesados en profundizar detalles sobre esta historia a ingresar al sitio www.museoagricola.com.ar.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
