Federico Malvasio
El entrerriano recién pudo dar ese paso en su segundo mandato, cuando se impuso ampliamente sobre su mentor, luego de aquella derrota de 2009, a manos de Atilio Benedetti, en una falsa unidad.
A partir de 2011, Urribarri hizo y deshizo en el peronismo, pero no se apartó del aparato tradicional del PJ: repartió con Julio Solanas y los Cresto, quienes lo enfrentaron en 2007, y a los demás les bajó el precio. La semana pasada repitió ese mismo modelo. Un conocedor del mandatario, ya retirado de la política, sabía repetir que si hay algo que Urribarri sabe hacer es “sacarle” el precio a cada dirigente.
En 2013 el gobernador pareció dar señales de que iba avanzar en una construcción propia. Puso en el Congreso a representantes que –excepto Sigrid Kunath y Guillermo Guastavino– eran altamente desconocidos: Carolina Gaillard había dado sus primeros pasos en la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires, aunque su principal capital fue ser sobrina de Urribarri; el joven Lautaro Gervasoni pasó de la Secretaría de la Juventud de la provincia a un lugar en la Cámara de Diputados; y Jorge Barreto mataba las horas en una oficina minúscula en Avenida Ramírez dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Cuando el gobernador los presentó en conferencia de prensa y en medio del hermetismo, a los celulares de periodistas llegaban mensajes de texto de veteranos dirigentes preguntando por el pedigrí de los elegidos. Eran completamente desconocidos. Urribarri venía de dar a conocer el orden de la lista de diputados en 2011 a través de un sorteo y en presencia de su amigo Sergio Cornejo, dando fe del acto. Una herejía.
Este fin de semana se conoció la nómina de candidatos a legisladores que acompañarán a Gustavo Bordet en la gestión, en caso de ganar en octubre. Esa renovación insinuada en 2013 con los jóvenes desconocidos no se profundizó, por el contrario se pulverizó en el tradicionalismo peronista que consiste en consagrar a los jefes de territoriales. La presencia de Juan José Bahillo, José Allende, Miriam Lambert (esposa del intendente de Colón, Mariano Rebord), Marcelo Bisogni (dos veces intendente) en la Cámara de Diputados es una muestra de eso. En el Senado, Daniel Kramer (Diamante), Faustino Schiavoni (Nogoyá), René Bonatto (que es un hombre Eduardo Lauritto en Uruguay), Rubén Garcilazo (Victoria) y Luis Erro (Gualeguay) son otros ejemplos que delatan la necesidad de depositar en las bases la consigna de juntar los votos.
(Más información en la edición gráfica número 1023 de ANALISIS del día 25 de junio de 2015)
