Claudia Martínez
(Especial para ANÁLISIS)

A los 34 años se adjudicó la corona por sobre Catalina Rodríguez Biré, de Marí Marí, y Alia Murad, de Kamarr. Pamela Martínez es la rubia debilidad por la que el jurado cayó rendido a la hora de elegir quién era la representante del Carnaval del País. Su paso por la pasarela, la noche de la elección, fue imponente.

Pero esta rubia es abogada, egresada de la UCA, y su vida transcurre en los pasillos de los Tribunales de Paraná. “Ingresé por concurso y mis compañeros de trabajo son los que me hacen el aguante siempre por este tema del carnaval. Es un juzgado muy femenino”, cuenta ataviada con una camisa, un jean y unos tacos generosos, mientras prepara el mate en su casa del barrio de Tortuguitas.

Desde hace muchos años vive en Paraná pero es gualeguaychuense de pura cepa. “Me animé en el 2004 para bailar en el carnaval de Gualeguaychú y te juro que fue una de las noches másincreíbles de mi vida. La adrenalina es incomparable”, cuenta.

Dice también que a la corona del reinado la lleva con mucho orgullo. “Yo quiero seguir estando. Mi marido también baila y cuando lo conocí yo era parte del carnaval. Él es abogado y después se adhirió. Un día le pedí que me acompañara y al rato estaba todo tuneado -cuenta entre risas-. Terminó siendo más carnavalero que yo, pero no es celoso conmigo por esto. Yo soy mucho más celosa que él”, afirma.

Durante el año hay muchas responsabilidades, pero el carnaval es otra cosa. “Las primeras noches estamos re cansados y la verdad hay que estar muy entrenados para eso.Entreno y me cuido mucho, me gusta estar bien y respondo”, dice.

Nació en Gualeguaychú y llegó a Paraná cuando terminó el colegio secundario. En la capital provincial estudió en la UCA, se recibió de abogada en el 2006 e hizo dos posgrados en la UNL. Luego de eso empezó a trabajar en la profesión liberal.
Está casada con Julio Martínez, abogado como ella, y tambiénsu compañero de ruta en esto de bailar. El Matrimonio Martínez-Martínez está ahora instaladoen una coqueta casa en la zona norte de Paraná. “Nuestros hijos serán MartínezMartínez, como para que no se pierda el apellido”, cuenta divertida. “Los dos empezamos a hacer la vida, acá. Me gustaba siempre el caso de administrar la Justicia que estar de parte”, dice.
Rindió el concurso abierto para el Poder Judicial e ingresó a Tribunales a través de ese gran concurso que se realizó hace unos años. Y luego rindió todos los concursos de ascenso. Ahora trabaja en el Juzgado Civil y Comercial Número 5 en la carrera administrativa.

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS del 21 de septiembre de 2017)