“Atravesamos un momento muy complejo, en general, porque hay mucha incertidumbre y esto en el ser humano genera una sensación incómoda, difícil de sobrellevar”. La frase corresponde al head coach de la selección argentina de softbol masculina, Julio Gamarci, quien ayer habló con EL DIARIO y dejó sus sensaciones acerca de la pandemia que continúa teniendo en vilo al planeta entero. Contó además cómo lleva adelante el aislamiento y, como no podía ser de otra forma, habló de softbol, deporte que no tendrá actividad hasta el año que viene.

“En lo personal me gusta planificar las cosas y con esta contingencia no se puede prever. Es la primera vez que pasa una situación de esta naturaleza, en donde las autoridades tuvieron que tomar la decisión de confinar a la gente en sus casas  de forma indeterminada y sin tener una definición de lo que sucederá”, detalló el entrenador.

A lo que añadió en declaraciones a El Diario: “Esto afecta cualquier planificación, tanto en lo personal, como en lo profesional y en lo deportivo, claro que esa misma situación me afecta en una parte de la cuestión anímica. Esto que enumeré tiene que ver con la parte mala del momento que nos toca vivir”.

-¿Y lo bueno?

-Estar en casa y compartir mucho tiempo con mi familia, este tiempo me da la oportunidad de profundizar más nuestros sentimientos y conocernos más con los chicos (Gamarci tiene tres hijos). En mi caso tengo mucha actividad fuera de casa y los tiempos nominalmente son menores, pero con esta situación eso cambió. Ahora hacemos movimientos deportivos en casa y también compartimos las clases virtuales que se van dando desde la escuela, todo eso es muy gratificante.

Sobre la misma pregunta, el entrenador contó también que “en este tiempo disfruto también con mis padres, ellos viven a media cuadra de mi casa, son mayores y si bien mamá es muy activa, a mi papá lo tengo que asistir”.

-¿Es complicado enfocarse en lo deportivo?

-Sí, por la incertidumbre que genera saber cuándo se podrá volver a la actividad deportiva personal, no de competencia, de hecho las competencias de este año fueron suspendidas y el Mundial masculino Mayores que se iba a disputar en febrero del año próximo, en Nueva Zelanda, se pasó para 2022. Todo esto hace que todo lo planificado tenga que descartarse, cambiar todo, pero estamos expectantes a que haya alguna definición, de todos modos por ahora no podemos proyectar nada.

-A pesar de la falta de competencia, ¿el plantel tiene una rutina diaria?

-Claro, nuestros jugadores son atletas que si bien son amateurs, se comportan como profesionales, los entrenadores y el cuerpo técnico también porque hay que tener el mismo profesionalismo para estar a la altura. Kevin Bolzán, el preparador físico, y sus monitores, establecieron trabajos diarios que tienen que ver con una cuestión de mantenimiento físico y en la medida de lo que cada uno puede hacer.

Más adelante, Gamarci contó que “también buscamos aprovechar los recursos informáticos y la disponibilidad grande de las bibliotecas virtuales en general, en este sentido el COI (Comité Olímpico Internacional) liberó muchos contenidos, los cuales analizamos, vemos, charlamos y demás, de esta manera vamos tratando de incorporar nuevos conocimientos”.

Más adelante, el DT campeón del mundo y Panamericano en 2019, comentó que “los objetivos para este año quedaron sin efecto, solamente podemos trabajar en la parte física y un poco en la parte técnica, aunque en parte limitada”.

El aislamiento y las medidas

Al comienzo y al final de la charla con EL DIARIO, Julio Gamarci se refirió a la pandemia que por estos días es un flagelo para todo el planeta. Sobre el final de la entrevista también tocó otros aspectos vinculados con el Coronavirus que tantos inconvenientes trajo y amenaza con quedarse por un tiempo más.

-¿Imaginaste algo así alguna vez?

-Nunca se me pasó por la cabeza algo así y lógicamente me tomó como a la enorme mayoría de la gente, como una cuestión complejo y como algo que, entiendo, el día de mañana le vamos a contar a nuestros nietos. Vuelvo a lo de antes, tratando de transitar todo esto en familia, afianzando los vínculos e intentando tener una relación más profunda con los seres más cercanos y a pesar de los inconvenientes económicos y la imposibilidad de disfrutar de la amistad y reunirse cara a cara con la gente que uno quiere, más allá de lo familiar. De todos modos, siempre con la esperanza de volver a reunirnos y pensar en esos reencuentros que seguramente serán hermosos.

-¿Tenés una opinión formada acerca de las medidas que se tomaron desde el gobierno?

–Es un tema complejo que tiene mucho que ver con la ciencia médica, pero que a medida que va avanzando la pandemia, y sin poder controlarse más que con el aislamiento, surgen otros problemas que no son de la ciencia médica. Considero que no poder salir afecta mucho, de hecho le pasa a muchos seres queridos, y también lo económico que tiene que ver con cada uno. Por esto es que creo que es complicado tomar decisiones en general y que protejan en conjunto a toda la sociedad. A medida que vamos saliendo de lo más complejo, vemos que la realidad es difícil y que la economía es un problema muy grave y creo que se agravará más adelante.

-Pasa el tiempo y las medidas se respetan un poco menos, ¿qué opinás?

-La verdad es que no me gusta juzgar a quién no le presta la atención a las medidas que otros sí la prestan, porque la realidad de esa persona no es la misma que la de esa que exige que se cumpla el aislamiento. La cuarentena para algunos es sencilla, me atrevo a decir es hasta cómoda, y para otras personas es inviable y por eso se ve gente que se comparta diferente de otra. Con el tiempo aprendí que no es bueno juzgar, pero entiendo que hay gente que le apasiona señalar al otro y condenarlo ante una conducta que él juzga como buena.