
La Policía y la Fiscalía se encuentran abocadas al esclarecimiento del faltante de un auto que había sido retenido y ubicado en la playa de estacionamiento de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Paraná. Según las pruebas recabadas hasta el momento no se trataría de un robo, sino de un pago de coima a agentes por parte del dueño del vehículo para retirarlo.
Según se informó a ANÁLISIS, la investigación comenzó a partir de la denuncia de una trabajadora de la Dirección de Tránsito que estaba cubriendo en turno nocturno del domingo de la semana pasada, 29 de septiembre. La mujer se indignó, eligió no callarse y hacer público lo que había sucedido.
En aquel turno, durante un operativo de control vehicular en calle Saraví, en cercanías a la Iglesia Santa Teresita, un vehículo había sido retenido por faltas. Su conductor era una persona que había llegado a Paraná para presenciar la carrera del TC en el autódromo. El auto marca Ford Focus fue alojado en la playa de estacionamiento municipal ubicada sobre avenida Ramírez, en las 5 esquinas.
La trabajadora que registró el ingreso del vehículo, constató la semana pasada que el mismo no se encontraba. Por ello, no dudó en radicar la denuncia por esta faltante. Se abrió una investigación por robo, pero en las primeras medidas se advirtió que no había sucedido tal delito, según transcendió desde el área municipal.
Las cámaras de seguridad del predio municipal registraron que sacaban el auto en horas de la madrugada del mismo domingo y su conductor habría sido el dueño del auto, con la lógica complicidad de algún empleado del área de Tránsito que le abrió las puertas. Se sospecha, por lo tanto, del presunto pago de dádivas por parte del titular al personal para el recupero del vehículo.
Se aguarda por medidas claves en las próximas horas.