De ANÁLISIS

El jueves 15 de mayo, vecinos de la zona rural de Colonia Andrade, en el Departamento Tala, decidieron acercarse a la vivienda de Alfredo Zárate, porque hacía varios días que no lo veían, y los animales de su granja estaban desatendidos. Miraron por un ventiluz y observaron el cuerpo del hombre sobre la cama, inerte. Llamaron a la Policía, ingresaron y constataron la muerte. Lo que en principio parecía ser un suicidio, la investigación avanzó y determinó que el hombre había sido asesinado de un disparo en la cabeza.

Según se informó a ANÁLISIS sobre el desarrollo de esta pesquisa, Zárate vivía solo en esta propiedad rural. Había trabajado como peón y cuidador de campos, hasta que pudo armarse su granja y vivía allí, sin familia más que un sobrino que iba cada tanto a visitarlo: Gabriel Horacio Casa.

Cuando los policías junto al fiscal Sergio Salinsky, ingresaron a la vivienda, encontraron a Zárate sin vida sobre la cama, con un disparo en la cabeza y un revólver a su lado. Lo primero que llamó la atención y sembró dudas sobre la causa de la muerte fue que la escena estaba limpia, no había rastros de sangre alrededor del cuerpo. La casa estaba cerrada con candado, pero que podía ser colocado tanto desde adentro como desde afuera.

El personal de la Policía Científica de Tala trabajó en la escena del crimen mientras los investigadores iban reuniendo más evidencias sobre los días previos al deceso. Entre estos elementos y el informe de la autopsia, no quedaban dudas que Zárate había sido asesinado y que el autor del homicidio había montado la escena para simular un suicidio.

Mientras tanto, el sobrino de Zárate se había hecho cargo de la granja, estaba trabajando allí, mantenía el lugar y cuidaba a los animales. Se había instalado en un quincho con ciertas comodidades, ya que la casa se encontraba cerrada por orden de la Justicia.

Todo terminó apuntando hacia este hombre de 36 años como principal sospechoso, y el lunes fue detenido en el mismo campo. También se hicieron tres allanamientos, donde se secuestraron distintos elementos de interés para la causa, que ahora es llevada adelante por la fiscal Emilce Reynoso, como celulares que serán peritados en busca de información.

En tanto, este jueves, la jueza de Garantías de Rosario del Tala, Silvina Graciela Cabrera, dispuso la prisión preventiva por 90 días para Gabriel Casa. La magistrada hizo lugar al planteo efectuado por Reynoso, quien imputa al hombre por el delito de homicidio doblemente calificado, un delito que lo podría llevar a prisión perpetua. El imputado es asistido por el defensor oficial Gustavo Goyeneche.