Editorial del sitio Mujeres que no fueron tapa (*)
Los violentos están en todos lados, son presidentes, ministros, gobernadores, periodistas, futbolistas de la selección nacional, músicos, policías, tu hermano, tu pareja, tu amigo. Se protegen entre ellos y se creen impunes.
Están en todos lados, porque así se produce culturalmente la masculinidad: violenta, supremacista, cosificadora. No hay donde no seamos violentadas por varones que se consideran con derecho a pisarnos la cabeza y que se creen impunes como Alberto Fernández, que habrá pensando que a él no lo iban a tocar.
Otro violento que usó nuestra agenda para ganar elecciones y cuando pudo, se sacó de encima a las feministas, porque “éramos pianta voto”, como decía la mayoría del peronismo que cuando lo criticábamos, nos decían que “le hacíamos el juego a la derecha”. Parece que no éramos nosotras las que le hacíamos el juego a la derecha.
Otras reflexiones de este caso:
1. La forma en la que los medios revictimizan a la víctima, inclusive desde antes de que se decidiera a denunciar. Lo hacen para atraer público, o porque le conviene a su línea editorial, nunca porque les importa nuestra causa ni que se haga justicia.
2. La utilización política de la violencia de género. Antes por quienes utilizaron nuestra agenda para ganar elecciones, ahora por quienes arrasan con nuestra agenda para entretener a la opinión pública.
Los violentos que hoy están en el poder, niegan la existencia de la violencia de género, desarticularon los programas y políticas para prevenirla y proteger a las víctimas, pero se rasgan las vestiduras en este caso. Mientras las que sufren violencia no tienen adonde llamar ni cómo protegerse.
3. La agenda de derechos de mujeres y disidencias no le importa a ninguno, la usan para responsabilizarnos de todos los males que ellos mismos provocan y distraer a la opinión pública de sus pésimos y empobrecedores programas económicos. Nuestra única esperanza son los feminismos, este movimiento diverso, indisciplinado y poderoso que odian, porque tiene la potencia para transformarlo todo.
(*) Mujeres que no fueron tapa es un colectivo que conduce María Laura “Lala” Pasquinelli, abogada, artista, comunicadora y activista feminista.
Roberto Schunk propuso la creación de un fondo especial destinado a cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones financiado a partir de una modificación del Impuesto Inmobiliario Rural donde paguen 2.860 propietarios (de 52.164) que detentan casi el 50% de las tierras, algunos de ellos ni siquiera radicados en la provincia y otros extranjeros.