(De ANÁLISIS)

“El Estado no es una guarida”, afirmó con convicción esta semana el gobernador Rogelio Frigerio en una conferencia de prensa en la que, corriéndose un poco de su moderación habitual, mostró límites claros a la gestión anterior. Ofuscado por informes que revelan debilidad estructural en las cuentas públicas y acercan dificultades a su tarea, quiso marcar, claramente, algunos límites.

Está impactado por la gran cantidad de pases a planta permanente que se dieron durante los últimos meses de 2023, sobre todo en el congreso provincial.

En el contacto con los periodistas dio detalles. Números concretos. Profundizó una postura que fue central en los últimos tramos de la campaña que lo llevó a ocupar el principal despacho de la Casa Gris.

El mandatario está tratando de encontrar equilibrios en la relación con los demás poderes del Estado. De gran experiencia y respetuoso en sus expresiones, cambia el ritmo de sus palabras para referirse a la Legislatura provincial. Se lo nota desangelado.

Las reacciones

Quizá quien, por cercanía y confianza, mostró cabal entendimiento de los mensajes de Frigerio sobre la administración que debía darse a los recursos del presupuesto legislativo, fue el presidente de la Cámara de Diputados, Gustavo Hein.

El ex intendente de Basavilbaso y hasta hace no tanto diputado nacional, encaró, apenas ungido en el cargo, una profunda revisión de los actos administrativos de sus antecesores. “Llevar luz sobre la Cámara de Diputados”, fue el compromiso que hizo público.

No dudó en generar desplazamientos, buscando revertir designaciones que se dieron, sobre todo, en el año 2023. Fue al límite y quizá algunas de sus acciones, concluidos los tiempos del reclamo administrativo, terminen judicializadas. Pero está claro en la Cámara Baja que “lo de Hein es política de Estado”, como remarcan sus colaboradores más cercanos.

La situación es tan llamativa que el propio gobernador anticipó que buscará instrumentar, por ley, una especie de “resguardo” que evite la superpoblación de espacios en los que se asentó un desprestigio del que cuesta alejarse.

La causa conocida popularmente como “los contratos truchos” y la revelación de que familias enteras fueron ingresadas sin concurso previo a las filas de la legislatura, con sueldos que superan largamente la media de los trabajadores, no hace más que aumentar el rechazo que la población tiene hacia la figura de los legisladores.

“Han hecho o han dejado hacer, siempre hay excepciones, pero cada vez es más grosero”, comentó a ANÁLISIS el colaborador de un diputado que juró en diciembre pasado.

El juego de las diferencias

Mientras el accionar riguroso en torno a algunos legajos no deja de comentarse en una de las cámaras, muchos están a la espera de lo que puede suceder en la otra.

No se han recibido informes desde la Cámara Alta. Se conoce que durante el último año de gestión al menos dos legisladores que conformaban el entonces bloque oficialista pasaron a la planta permanente del Cuerpo.

Además, ex funcionarios de confianza del entonces gobernador y actual diputado nacional, Gustavo Bordet, se hicieron presentes frente al reloj del Senado el 11 de diciembre para registrar su ingreso a nuevos empleos.

Sin embargo, se desconoce si la administración ha tomado alguna determinación sobre los recién llegados. Se descuenta la severidad y detalle de cualquier acción, ya que el secretario de la Cámara Alta es Sergio Avero, quien fuera nada más ni nada menos que Fiscal de Estado de la provincia.

Tal vez concluido el receso se den a conocer las decisiones, si es que se tomaron.

Pasó al Senado provincial Maricel Brusco, que manejó la relación de Bordet con la prensa hasta diciembre del 2023. Quien también llegó a esta Cámara es Franco Ferrari, quien (con el fuerte apoyo del senador nacional Edgardo Kueider), fue secretario General de la Gobernación.

El oriundo del departamento Uruguay cumple tareas junto al jefe de la conmovida bancada mayoritaria, Martín Oliva. Y parece contar con el mejor de los resguardos, mostrándose alejado incluso de ex compañeros de ruta que en la otra cámara cayeron en desgracia por el accionar del puño firme de Hein.

Nada han dicho los legisladores de la bancada mayoritaria sobre las cuestiones del personal, es que no terminan de acomodarse y en medio de las mudanzas tendrán que rediscutir el poder dentro del propio espacio, ante la llegada de Claudia Silva como senadora del departamento Paraná.

Los ingresos al Senado

“Esto se estaba preparando desde hace mucho”, comentó un conocedor de los pasillos de ambas cámaras, que volvió en busca de su lugar después de mucho tiempo y de haber cumplido funciones legislativas de alto nivel.

Es que se observa claramente que mientras en la Cámara de Diputados se dieron varios nombramientos durante 2023, algunos de los que llegaron al Senado habían realizado el trámite de trasladar sus cargos en 2022.

De este modo contaban en diciembre de 2023 con más de un año desde la designación en la planta permanente, si bien nunca habían cumplido función alguna.

Todo esto que pasa en el Senado aparece muy alejado de la mirada del gobernador Frigerio. Es que mientras en diputados varios empleados y empleadas debieron dejar sus despachos, todo lo contrario pasa en la Cámara Alta.

Danzan nombres, pero los expedientes están quietos y, hasta ahora, sin ser analizados.

Se conjetura con el accionar sólido y silencioso de la ex vicegobernadora Laura Stratta quien, junto a su mano derecha en la administración del cuerpo, Roberto Cabezas (que sería uno de los ingresados a la planta permanente), ha logrado aquietar los ánimos revisores de las autoridades entrantes.

Llevó tranquilidad a un grupo importante de sus colaboradores que, incluso, ya la acompañan en su despacho de la Cámara de Diputados.

No es menor el trabajo de “contención” que despliega Mariel Ávila, esposa del gobernador Bordet, que ocupa una banca en la Cámara de Diputados. Es que a varios de los ex funcionarios se los puede ver en cercanías de su despacho.

Tampoco debe descartarse algún movimiento de la Asociación del Personal Legislativo de Entre Ríos (APLER), ya que algunos de los afectados por las decisiones de las nuevas autoridades del Senado o la Cámara de Diputados, podrían alcanzar a alguno de sus afiliados.

A pocos días de asumida la vicegobernadora Alicia Aluani, hubo un encuentro en el que el secretario general de APLER, Daniel Almeida, señaló, en tono de reproche, que con la gestión anterior se habían mantenido apenas dos encuentros. (https://www.senadoer.gob.ar/2023/12/la-vicegobernadora-recibio-a-la-asoc...)

Historias repetidas

Por estas horas está con importante cúmulo de tareas el secretario Legal y Técnico de la Gobernación, el ex diputado Esteban Vitor, pero igualmente se da un tiempo para observar lo que pasa en la Legislatura. Es que todavía guarda el sabor amargo que le provocó el silencio de alguno de sus pares cuando hizo oportunamente algunos planteos sobre contratos e ingresos de personal.

Quien está recién llegado a estas tierras y no deja de asombrarse por los datos que le acercan sobre la Legislatura es Mauricio Colello. El secretario General de la Gobernación está recibiendo precisos datos sobre lo que pasó en los últimos 12 años. Tal vez compartió con el gobernador y por eso el mandatario habló de guaridas.

Mientras ambos funcionarios aceleran los trabajos en la redacción del proyecto de ley que prohíba ingresos de personal en los últimos años de mandato constitucional, se encuentran con nombres que muestran historias repetidas.

Es que son parte de los planteles de las cámaras legislativas, además de recientes ex funcionarios, Mariela Tassistro (ex funcionaria de la Caja de Jubilaciones); Lautaro Gervasoni (ex diputado nacional); la ex diputada Miriam Lambert, que renunció a su carrera en enfermería para pasar a la planta permanente de la Cámara de Diputados.

Son muestras de una práctica que se intentará desterrar. Por ahora, solo palabras y algunas acciones. Mientras tanto, se esperan noticias desde la Cámara Alta para saber claramente el quién es quién.