Sección

“La tendencia de la gente va a ser respaldar la boleta de Milei o ir por otra opción”, dijo José Torres

"Hay opciones intermedias donde la gente puede no estar de acuerdo con Milei, pero tampoco necesariamente va a ir a buscar una boleta peronista", aseveró Torres.

El consultor político José Torres describió sobre el panorama electoral en Argentina y la provincia de Entre Ríos, a menos de un mes de las elecciones nacionales del 26 de octubre. Analizó cómo está variando el apoyo al presidente Javier Milei en distintas regiones, la búsqueda de opciones intermedias más allá del peronismo y el interés del electorado, entre otros temas, en la entrevista con el programa El Séptimo Día (Radio Plaza).

“Lo que vemos como un denominador común es que, de a poco, las elecciones se van convirtiendo en un testeo nacional, con la característica propia de cada distrito. Hay lugares donde la gestión nacional de Milei está cuestionada y otros donde la gente dice: "Es difícil, pero hay que esperar". Y hay otros donde hay un cierto respaldo, no masivo, pero sí un respaldo que le da un piso que le permite ser verdaderamente competitivo. Creo que, con el paso del tiempo, la tendencia de la gente va a ser respaldar la boleta de Milei o el acuerdo que haya tenido según cada provincia, o ir por otra opción. En cada provincia estamos viendo que no hay una sola opción opositora a Milei, sino que hay varias. Por ejemplo, en provincias como Chubut, Salta o la misma Corrientes, la opción no mileísta no necesariamente es peronista o kirchnerista. Hay opciones intermedias donde la gente puede no estar de acuerdo con Milei, pero tampoco necesariamente va a ir a buscar una boleta peronista, como sí ocurrió, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires en las elecciones provinciales”, sostuvo Torres.

—El problema es que hay pocos cargos en juego. Si una fuerza minoritaria le come votos a las principales y saca un 10 o 12 %, que en otro contexto quizás no hubiera superado el cinco ¿Qué observación harías en esa hipótesis?

—Lo que ocurre es que es una Argentina claramente dinámica. Por ejemplo, antes de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, la situación era más o menos pareja, después se destaparon los audios y otras situaciones donde se disparó un voto contra Milei que terminó con esos números. Se pensaba que era una disparada a nivel nacional, pero claramente fue algo que tuvo ese enfoque. Esta semana empezó con un respaldo internacional, desde Estados Unidos y el Fondo Monetario, más algunas medidas económicas, que fue una semana de un cierto exitismo y respiro para la gestión de Milei. Falta un mes, es una elección donde la gente se está informando y puede cambiar de opinión. Puedo no respaldar la gestión de Milei, pero en Corrientes puedo respaldar la lista que armó el gobernador Valdés, que es independiente de la de Milei y no es kirchnerista. Puedo respaldar la lista de Sáenz en Salta o la del gobernador Torres en Chubut, y no son ni de Milei ni peronistas. Me parece que habrá que esperar un poco, sobre todo cuando el justicialismo en algunas provincias tiene distintas opciones. De todas maneras, esa noche va a ser un punto de inflexión respecto a qué va a hacer el gobierno nacional según el resultado, porque seguramente va a haber un mensaje fuerte del electorado en el sentido de "te rechazamos" o "te acompañamos, pero con variantes".

—¿Nota que hay interés en la gente, que está más politizada, que no hay tanto interés o que mira de reojo este acto electoral?

—En esta elección estamos viendo una característica que se ha reflotado: la variante de "no voy a ir a votar". Antes no le prestábamos atención a ese grupo, pero ahora este segmento está apareciendo de nuevo y se está sumando a aquel que dice "no sé a quién voy a votar ahora, estoy un poco confundido", y también a otro que dice "tengo ganas de ir a votar, pero voy a votar en blanco". Sin embargo, esta elección, que incluye el debut de la boleta única de papel, es muy fácil para votar. Entrás, te dan la boleta, marcás una cruz con una birome si tenés ganas, o si no, la doblás y la entregás en blanco. O sea que a lo mejor alguien que va con la idea de votar en blanco, en una de esas cambia y te mete una cruz. Pero repito, no es que la gente no esté informada, lo que pasa es que hoy por hoy no está muy entusiasmada con esta elección.

—Respecto de la boleta única de papel ¿puede llegar a tener algún tipo de influencia en la decisión en sí? ¿O para el que va a votar y tiene su decisión tomada da igual la boleta sábana que marcar una cruz en la boleta única?

—A mí me parece que le facilita la elección. Por ejemplo, en Misiones, con su ley de lemas, para elegir concejal un partido puede tener diez listas. Acá lo único que tenés que hacer es entrar con el papel que te dieron las autoridades de mesa. Con el tiempo, y a medida que la secretaría electoral informe, la gente va a llegar con claridad para saber que con solo marcar una cruz ya está eligiendo. Y sabe también que, si marca dos cruces en la misma fila, ese voto se anula. Esa confusión de papeles no la va a tener, lo que le facilita muchísimo. Pero el tema central, como siempre, es la confianza y credibilidad de los candidatos en su discurso, su trayectoria y el partido que representan. Después de tanto discurso, la gente va a decidir qué rumbo le quiere dar al país.

—En las elecciones generales de 2023, en Entre Ríos, Sergio Massa sacó el 33%, Patricia Bullrich casi el 30% y Milei también cerca del 30%. En el balotaje, fue un 61,5% para Milei y 38% para Massa. ¿Estará mucho más pareja la elección este año? Obviamente cambió el contexto, pero ¿qué se puede augurar?

—Falta mucho y, para dar una tendencia, hay que tener mediciones en varias ciudades de la provincia, porque la distribución del electorado en Entre Ríos exige tener un número determinado de ciudades para ver una tendencia, y hacerlo en un tiempo determinado, cosa que por ahora no tenemos. Pero sí, recuerdo que esos números del balotaje fueron muy contundentes para decirle al gobierno que estaba: "no queremos que sigan ustedes". La gente apostó a un cambio que fue Milei, y lo hicieron tanto sus votantes como los que habían votado a Juntos por el Cambio. Pero la prudencia nos dice que hay que esperar a ver qué pasa.

Edición Impresa

Edición Impresa