El 14 de mayo de 1995, un plebiscito con más del 90% de los votos en contra rechazó las medidas que pretendían dejar en manos de empresarios al Complejo Hidroeléctrico.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.