
Los museos juegan un papel fundamental en la difusión y dinamización de la cultura. Estudiantes, profesionales y ciudadanos de todas las edades encuentran en las salas de los museos un espacio de aprendizaje, observación y enriquecimiento personal.
El Museo Martiniano Leguizamón reconoce su origen en las Secciones de Historia y Folklore del Museo del Paraná (1923) y de Historia y Numismática del Museo Escolar Central (1924). En el año 1936 es un hito significativo en la vida de nuestro museo, la provincia de Entre Ríos recibe el legado del doctor Leguizamón a través de sus hijos y herederos. Ellos entregarán a la provincia natal de su padre, las valiosas colecciones de piezas museológicas, bibliográficas, hemerográficas y documentales reunidas por el ilustre entrerriano. La trascendencia del gesto y la magnitud del patrimonio histórico – cultural que se incorpora a la Provincia determina la creación del Instituto Martiniano Leguizamón (1935).
Desde entonces, su desarrollo por acrecentamiento de acervo y por su proyección jerarquizada en el campo de la cultura histórica, apuntala la decisión de crear, a partir del Instituto Martiniano Leguizamón y del Departamento de Historia y Numismática inicial, el Museo Histórico de Entre Ríos que, con justicia, lleva el nombre del doctor Martiniano Leguizamón.
Muchos de los coleccionistas que realizan importantes donaciones lo hacen movidos por el interés en poder ayudar a los museos y preservar las voces de los objetos que relatan la historia. Asimismo, también se da en los coleccionistas la voluntad de compartir, intentar que aquellos tesoros que han tardado tanto tiempo en reunir puedan llegar al gran público. Poseer es solo una faceta del coleccionismo, pues son el estudio, el cuidado y la difusión del conocimiento lo que realmente enriquece ese proceso.
Con esta muestra lo que se pretende es preservar el patrimonio cultural de la comunidad y reconocer "el altruismo y la generosidad" de muchos particulares que permiten que toda la sociedad pueda disfrutar de sus tesoros personales.
Objetos con historia: el pulmotor
Dentro de estas donaciones sobresale un Pulmotor o Pulmón de Acero, o llamado correctamente ventilador de presión negativa, que es una gran máquina que permite a una persona respirar cuando ésta perdió tal capacidad de hacerlo naturalmente, es una forma de respiración mecánica.
Esta máquina fue inventada por Fhilip Drinker y Louis Agassiz Shaw, de la Harvard School of Public Health, originalmente para el tratamiento contra el envenenamiento por gas de carbón. Su mayor apogeo fue a mediados del siglo XX con el brote de poliomielitis, conocida también como polio o parálisis infantil, que también involucraba al diafragma (el músculo con forma de campana ubicado en el centro de la cavidad torácica, cuya acción es controlar la presión intratorácica), y no eran capaces de respirar, por lo que se las ubicaba en estas cámara de acero para sobrevivir. El primer pulmotor se instaló en el hospital Bellvue de Nueva York, en 1927.
Sobre su funcionamiento: La persona es introducida en la cámara central, un tanque cilíndrico de acero, quedando la cabeza y el cuello afuera, el resto del cuerpo dentro, herméticamente sellado. Bombardea un flujo de aire que periódicamente reduce e incrementa la presión de aire dentro de la cámara y, particularmente, en el pecho. Cuando la presión disminuye en el pulmón de acero, los pulmones se expanden y el aire exterior de la cámara ingresa por la nariz del paciente y le permite mantener los pulmones llenos; cuando la presión de la máquina aumenta, ocurre lo contrario ya que se expulsa el aire porque la presión comprime su pecho. De esta manera el Pulmón de Acero imita la acción fisiológica de la respiración: a través de una alteración periódica de la presión intratorácica hace que el aire fluya dentro y fuera de los pulmones.
En Argentina hicieron su aparición durante la gran epidemia de Polio de 1956, un tiempo mas tarde fueron fabricados aquí tomando como modelo las máquinas americanas.
El gramófono
Otra de los objetos donados es un Gramófono, que es un sistema de reproducción de sonido que utiliza un disco plano de pasta, que se diferencia del Fonógrafo que reproducía lo grabado en un cilindro. Sistema común de reproducción de sonidos a partir de 1890 a 1950 cuando hace su aparición el disco de vinilo 33 PM. Estos objetos fueron donados por el señor Oscar Porcel de Peralta, entrerriano que desde joven se afincó en Jujuy, jubilado en la actualidad como técnico de los Altos Hornos de Zapla.
Algunos de los donantes son: Liliana Vergara, sucesión del señor Ernesto Adra, Ana Beatriz Balcala, Sara Sosa, Natividad Betty, Oscar Porcel de Peralta, Emma Federik, Ana María Urich, Viviana Odeard, Oscar Morelli, Oliverio López Meneclier, Martín Almeida, herederos de Leopoldo Ruiz Moreno, y Asociación de Amigos del Museo.
Horarios de visita:
Martes a viernes: 8 a 12:30 - 15 a 20
Sábados: 9 a 12 - 17 a 20
Domingos y Feriados: 9 a 12
Contactos e informes:
Facebook: Museo Histórico de Entre Ríos Martiniano Leguizamón
Dirección: Laprida y Buenos Aires - Paraná - Entre Ríos - Argentina
Tel: +54 (0343) 4207869
Correo electrónico: museomleguizamon@yahoo.com