Se trata de la nota -cuya firma y fecha certificó un escribano público- que escribió su padre, Héctor Ciccone, un mes antes de morir, con detalles sobre la reunión que mantuvo con el entonces ministro de Economía, Amado Boudou, en la que negoció la entrega de la calcográfica.
En el documento, el fundador de Ciccone contó que se reunió con Boudou y con su socio José María Núñez Carmona el 1° de septiembre de 2010, en el café I Fresh Market, de Puerto Madero, para negociar la entrega del 70 por ciento de las acciones a The Old Fund, que preside Alejandro Vandenbroele.
"Ellos [por los Ciccone] dicen que hay un acta; efectivamente hay un acta que presenta la hija de Ciccone, Silvia [confundió a Silvia con Graciela], que tiene certificación de firma de un escribano [por Carlos Luaces]. Un escribano que, justo, un año atrás declaró bajo juramento ante el juez Lijo que él hacía trabajos para los Ciccone, pero que jamás le habían nombrado a Boudou o a Núñez Carmona. Jamás había hecho un acta vinculada a Boudou o a Núñez Carmona. Tendrán que explicar cómo se dieron estas dos declaraciones en contrario", sostuvo el vice.
Enojado por lo que describió como una campaña en su contra y del gobierno nacional, Boudou cargó contra la familia que manejó los destinos de la ex Ciccone Calcográfica hasta 2010: "No tienen límites. Son capaces de embarrar al muerto [por Héctor Ciccone]. La familia es capaz de truchar algo de una persona que falleció. Es tremendo lo que pueden hacer por plata y por poder".
Boudou también ratificó que no conoce a Vandenbroele y aseguró que nunca se reunió con los Ciccone: "Nicolás Ciccone ha declarado varias veces que tuvo audiencias conmigo en lugares insólitos. No tomé ningún café ni comí con los Ciccone en ningún momento, si no lo diría". Su declaración choca contra lo que declararon Nicolás Ciccone y su yerno Guillermo Reinwick, quienes testificaron ante el magistrado que se reunieron con el vice y Núñez Carmona en los estudios del canal Telefé a fines de julio de 2010.
Para demostrar que no tiene responsabilidad en la trama, dijo que se pondrá a disposición de Lijo cuando lo requiera. "Tengo que ver cuál es la imputación; hasta ahora no la tengo. Si me llaman a indagatoria, voy a presentarme. Esto algo armado por los Ciccone. No salgo mucho con este tema porque son todos chismes y operaciones mediáticas una atrás de otra", declaró Boudou. "¡No sé de qué me acusan. No sé de qué estoy imputado!", se quejó, en tanto, el vicepresidente por Twitter. Por la noche, volvió expresarse en un acto organizado por el vicegobernador Gabriel Mariotto. "Perdónenme que toque un tema muy personal, que duele. ¿Saben por qué tenemos problemas judiciales? Porque los que buscaban corrompernos no encontraron a los que se corrompieran", bramó Boudou ante la militancia que lo celebraba. Pero no se trató de un momento apacible, sino todo lo contrario; fueron minutos de mucha tensión.
No se trata de la primera vez que habla del tema. De hecho, cada vez que sube la presión sobre el escándalo, Boudou se presenta ante la prensa, aunque sólo por medios y con periodistas afines al Gobierno, con entrevistas concesivas. Inauguró su defensa mediática en el programa 6,7,8 , el 28 de febrero de 2012. Cinco días después le concedió entrevistas a Página/12 y Ámbito Financiero. Tras de 30 días en silencio, llamó a una conferencia de prensa en la que denunció al estudio jurídico del ex procurador general de la Nación Esteban Righi, por presunto tráfico de influencias, y cuestionó al juez Daniel Rafecas, que fue separado de la causa por irregularidades. El 7 de febrero, Boudou se presentó en Comodoro Py para ponerse a disposición del juez.
Mañana podría convertirse en otro mal día para Boudou, ya que es el turno de declarar para Silvia Ciccone, hermana de Graciela e hija de Héctor, el autor de la nota. Según pudo saber La Nación, la familia podría responder las acusaciones de Boudou después de la declaración de Silvia Ciccone.
Naidenoff reclamó que se tome licencia
El radical formoseño Luis Naidenoff señaló ayer que Amado Boudou debería pedir licencia y alejarse de su cargo hasta que se resuelva su situación judicial. Rompió así el silencio que había imperado en los bloques opositores del Senado desde que el vicepresidente quedó involucrado en el caso Ciccone. "En virtud de su investidura y hasta tanto se dilucide el caso, debería pedir licencia al cargo, creo que es lo más aconsejable", dijo Naidenoff.
Cuestionado por diputados de todos los sectores de la oposición, hasta ahora ningún senador había hecho críticas a Boudou. Lo más cercano fue un proyecto de la UCR para crear una comisión bicameral que investigue las denuncias, propuesta rechazada por el kirchnerismo.
El jefe de la bancada radical, Gerardo Morales, dijo que Naidenoff habló a título personal, ya que "no hay una posición oficial" del bloque que implique pedirle a Boudou que tome alguna medida que lo aleje de su cargo. Voceros radicales confiaron que la intención del partido es esperar a que el juez Ariel Lijo resuelva el pedido de declaración indagatoria a Boudou que solicitó el fiscal Jorge Di Lello.