El equipo de Fabián Armoa no pudo con los polacos en su regreso a la Liga Mundial de Vóley, porque el conjunto europeo lo superó 3-1 con parciales de 25-20, 23-25, 25-23 y 25-23 en el estadio Luczniczka. Las dos selecciones volverán a enfrentarse mañana, en el mismo escenario, a partir de las 15.30. También integran este grupo los seleccionados de Grecia y Serbia y Montenegro, futuros rivales de los argentinos.
Argentina, con notorias ausencias en su plantel (entre ellas, Marcos Milinkovic y Pablo Meana por razones personales) cumplió un digno desempeño frente a un rival más experimentado. Polonia, a partir de la agresividad de su servicio y sus ataques rápidos, estableció claras diferencias en el primer set. Los ataques de Mariusz Wlazly (siete puntos en el período inicial) y los bajos porcentajes de Argentina desde el saque confluyeron para que el elenco local se llevara por 25-20 el parcial inaugural.
Argentina reaccionó en el segundo set (perdía 22-17 y al final festejó por 25-23), gracias al aporte de Leonardo Patti y las dificultades de Polonia para cerrar el segmento. Los dos últimos parciales fueron parejos. Con dos equipos que alternaron buenos y malos momentos y exhibieron muchos aspectos del juego para mejorar. En ese contexto, Polonia marcó ligeras diferencias con su poder ofensivo y su servicio. En el desenlace, Argentina generó las acciones más consistentes a través del opuesto Marcos Domínguez, pero no alcanzó.
Sin embargo, fue un retorno decoroso del equipo nacional a la Liga Mundial, torneo del que había sido expulsado por la Federación Internacional (FIVB) a raíz de un enfrentamiento político -que aún perdura- entre la cúpula del organismo y Mario Goijman, ex titular de la Federación Argentina de Voleibol (FAV).