Tigre y Belgrano arrancaron el partido con la misma cantidad de puntos en la tabla, pero a los cinco minutos ya había diferencias. Se estaban aún acomodando cuando Franco Vázquez luchó una pelota por izquierda, mandó un centro que parecía sin destino y Federico Mancuello marcó el único gol de la tarde. El ex Independiente puso el pie por delante de toda la defensa local y a Javier García se le coló por el segundo palo.
El Mudo, figura del juego, manejó los hilos de Belgrano siempre. Pero Tigre, empujado por su gente y con la cruz de los números en rojo fue, como pudo. Diego Morales intentó hacerse conductor pero nunca terminó de conectarse del todo con sus delanteros. La otra arma de los locales fue la pelota parada, pero la buena pegada de Ramiro Leone tampoco congenió con ninguna cabeza.
Y en ese ir como se podía de Tigre, Belgrano encontró espacios parándose de contra y desplegándose rápido en ataque. El Picante Pereyra, luego de desparramar un par de defensores, tuvo una clarísima sobre el final del primer tiempo pero García, a mano cambiada, se lució y evitó la segunda caída de su arco, publica Olé.
Arruabarrena intentó cambiar el rumbo con modificaciones (Carrasco entró muy bien pero después se diluyó) pero no había caso. El Celeste esperaba prolijo en el fondo y, con pocas ideas, Tigre chocó una y otra vez contra el fondo. Olave terminó siendo de lo mejor, aunque (salvo una de Blengio) el local casi no tuvo ocasiones en el complemento. Con el ambiente caldeado en el partido, hubo tiempo para que se agarren los jugadores y también para las tarjetas.
Belgrano lo ganó porque encontró el gol tempranero y Tigre no mostró argumentos ni para empatarlo. Justos tres puntos para los dirigidos por Ricardo Zielinski que se vuelven a Córdoba como tercero del campeonato, igualado con Vélez. Tigre, en cambio, sumó su cuarta presentación sin triunfos y su futuro preocupa.