Montrull mantuvo una larga reunión con su par del Centro Judicial de Monteros, Jorge Carrasco. Este se comprometió a colaborar con la investigación recibiendo las denuncias que pudieran aparecer contra el sacerdote, acusado de haber abusado al menos de 50 menores cuando se desempeñó en el Seminario Menor de Paraná.
Luego de la reunión con Carrasco, el funcionario judicial entrerriano se trasladó directamente a la Unidad Penitenciaria Nº 3. En la tarde mantuvo una entrevista con un vecino de Monteros. "Mi labor aquí es importante porque en caso de que llegue a establecer que en Monteros también el sacerdote habría incurrido en abuso de menores, esto avalaría los fundamentos ya expresados por la fiscalía para que la causa no prescriba y se impida el sobreseimiento de Ilarraz" remarcó.
Hasta ahora, el sacerdote carga con siete denuncias concretas formuladas por víctimas que pasaron por el Seminario Menor de Paraná. "Todas estas personas, algunas ahora profesionales de entre 36 y 37 años, fueron coincidentes al comentar la metodología de sometimiento del victimario. Es decir, hablaron de tocamiento o acercamientos con contenidos sexuales. No hay dudas de la afectación que acusan por la traumática experiencia vivida y que recién ahora, incluso, pudieron contarles a sus parientes", comentó el fiscal entrerriano.
"Al final de los relatos, cada uno sintió como una especie de alivio al haber podido contar lo que se guardaron durante décadas", prosiguió.
Ramirez Montrull espera que la Justicia de Entre Ríos resuelva cuanto antes el pedido de prescripción que formuló con fundamentos avalados por la legislación nacional e internacional. "Son leyes que resguardan los derechos de los niños. Las víctimas lo eran cuando estaban en el seminario. Estos tipos de hechos, según la Corte Interamericana, deben ser investigados y no pueden prescribir", apuntó el fiscal.
"Lo adecuado sería que se resuelva esa cuestión para la posterior citación del sacerdote", agregó. A Ilarraz se lo podría procesar, sobreseer o dictársele la falta de mérito.
El cura Ilarraz espera el dictamen refugiado en una residencia de San Miguel de Tucumán. Ramírez Montrull, en tanto, aseguró ayer a La Gaceta que permanecerá en Monteros hasta tanto logre establecer si el sacerdote cometió o no en esta zona abusos de menores durante los años que se desempeñó en la parroquia de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús de Monteros. Antes de llegar a este templo, el sacerdote se desempeñó en una parroquia del barrio Alvear de Concepción.
Foto: La Gaceta.