Asimismo, el funcionario explicó que cuando un emprendimiento cualquiera pretende instalarse, tiene que pedir la factibilidad a los municipios que desde 2010 “tienen la obligación, porque así lo dice la norma, de darle vista al Coprocin, que tiene que autorizar si están dadas las condiciones”.
Sin embargo, al hablar de este caso, dijo a F5 que “a veces los municipios no tienen presente que hay una ley pero para lo cual están debidamente notificados todos los directores de Habilitación de cada municipio. Quizás a veces en el apresuramiento cometen el error de darle la prefactibilidad y después les cae un dolor de cabeza al Municipio porque si no se autoriza después (las empresas) se creen con derechos y hasta puede haber juicio”.
En cuanto a la polémica surgida entre el Centro Comercial y el Sindicato de Empleados de Comercio de Concordia, Bachetti coincidió con la postura de la primera entidad, al pronosticar que “esta empresa va a tomar 100 o 120 empleados pero con el tiempo, esos trabajadores se van a caer por otro lado, porque hay otras empresas más chicas que no tienen la espalda que tienen estos hiper y van a tener que despedir empleados”.
Además, señaló que “por cada empleo que tiene un hipermercado, con el tiempo se caen tres o cuatro alrededor, con el agravante que estas empresas son succionadores del circulante de los entrerrianos: no invierten en la zona, no pagan los impuestos como corresponde, no generan más mano de obra y la inversión la hacen en cualquier lugar menos donde están radicados”.
En ese sentido, se remitió al caso del hipermercado instalado el año pasado en la intersección de Almirante Brown y Blas Parera de la capital provincial: “El municipio, cuando se instaló Changomás, dijo que se invertirían 30 millones de pesos. ¡Un centavo invirtieron en Paraná! Nada. Hay proveedores de la zona y no le compraron a nadie, todo lo trajeron de afuera, los empleados fueron de afuera”.