El seleccionado argentino de fútbol goleó por 3-0 a Colombia y accedió a la final de la Copa América de América de fútbol que se desarrolla en Perú. Los goles los marcaron Carlos Tevez –de tiro libre- Luis González y Juan Pablo Sorín. El equipo de Bielsa volvió a la fórmula que le dio resultado en el debut. Y jugó su mejor partido en la Copa. Fue el gran protagonista del partido y goleó. Ya está. Ahora que llegue Brasil. O Uruguay. Que lo resuelvan hoy entre ellos. Argentina hizo lo suyo y muy bien. Le ganó con autoridad a Colombia y se metió en la final de la Copa América.
Colombia, el último campeón de este torneo, en 2001, fue una sombra. Argentina le ganó de punta a punta con una producción colectiva de alto nivel. Y si el 3-0 quedó estacionado ahí fue porque faltó precisión para definir. Pero después, el equipo de Bielsa hizo todo bien...
La superioridad fue absoluta. Y Colombia no la pudo evitar. La padeció, en realidad. Y esa superioridad se gestó en la postura: la Selección, como hace habitualmente, salió decidida. Y fue. Y así, con un manojo de argumentos indispensables, se adueñó rápidamente de la pelota y del terreno. ¿Qué argumentos? Presión, rotación, movimientos de distracción. Todo en campo rival. Y permanentemente. Como para ahogar a los colombianos.
En este contexto, lo único que le faltó a Argentina fue liquidar el pleito más temprano. Porque llegó, generó situaciones de riesgo. Igual, después del 1-0 incluso, no cambiaron las actitudes de unos y otros. Colombia pretendió salir un poco pero no hubo caso... Argentina siguió del mismo modo. Presionando. Abriendo surcos por afuera, sobre todo por el sector de Javier Zanetti, que contó con la colaboración de Lucho González (inteligente, se corría al medio para que el Pupi no pagase peaje) y del Chelito Delgado, otro que enloquecía al pobre Gustavo Victoria.
Pero más allá de las heridas producidas por el callejón derecho, Argentina también exhibía altos rendimientos en los demás sectores de la cancha. Y aquí hay que destacar a Javier Mascherano, que tanto se extrañó contra Perú. Volvió ayer tras cumplir una fecha de suspensión y la pelota pasó por él mansa y tranquila. Distribuyó siempre bien. Fue el motor del equipo en el medio.
Por la izquierda, el Kily también se corría hacia adentro (como Luis González por el otro lado), en este caso para allanarle el camino a Sorín. Y además, desde luego, estaba Tevez... Que inquietaba en la corta, y que abrió la cuenta de tiro libre, como ante Perú, aunque anoche fue abajo y del medio hacia la izquierda.
Argentina tenía variantes y predisposición. Todo lo que le faltaba a Colombia. A tal punto que aquellos mediocampistas supuestamente ofensivos de Colombia, como Jairo Patiño y Elkin Murillo, fueron más marcadores que marcados. Esto, al fin y al cabo, es toda una síntesis de lo que sucedió anoche aquí.
En el complemento se prolongó el mismo desarrollo. Insistió Argentina. Y enseguida llegó el 2-0, tras una buena jugada por izquierda que concluyó con el pase al medio de Figueroa y con el gol de Luis González, que ahora no sólo distraía, también se involucraba en la construcción del juego. Por si acaso Sorín hizo el tercero. Y chau Colombia, el mismo rival que le había ganado a la Argentina en Miami antes de este certamen.
Tras 11 años Argentina es finalista de la Copa América. Después de tantos golpes, el equipo de Bielsa se frota las manos viéndose un domingo, el que viene, con cara de campeón.
Fuente: Clarín.