Por Carlos Suárez, desde Federación
(Especial para ANÁLISIS DIGITAL)

Cuando supo que Carlos Jaime Cecco había ganado las elecciones por una diferencia de 2000 votos, Alejandro Gabriel Rigoni, “el Colo”, no dudó en ir a festejar. A pesar de que en algún momento había mostrado unos “porros” (cigarritos caseros armados con cannabis) y había acusado ante los medios al propio Cecco de habérselos entregado, “el colorado Cachola” se sumó a los festejos como un militante radical más. Acompañado por su pareja, Mariana Alejandra Sánchez, bebiendo cerveza, fumando y sin camisa, Rigoni fue quien informó sobre el inicio de la audiencia oral y pública. La audiencia oral y pública se realizaría a partir de la hora ocho en la Sala 1 de Audiencias de la Cámara Penal de los Tribunales de Concordia y sería el jueves 29 de octubre de 2015.

Entre ademanes exagerados y gesticulaciones, algo que caracteriza a “el Colo” junto al alto volumen de su voz, fue él mismo quien aseguró que “el 29 empieza el juicio por lo del robo y por lo de Suchuat, ¿te acordás?”.

Las causas

Las causas son varias y los legajos abiertos por el Ministerio Público Fiscal de Federación llevan los números 4000, 2778, (que es lo del robo del 29 de julio de 2012 en la Municipalidad), 3474 y 3067. Los expedientes con cada causa corresponden a los números 2941, 2942, 2943 y 2972. A Alejandro Gabriel Rigoni se le imputa abuso de arma de fuego con lesiones leves debido a que el 3 de julio de 2013, a bordo de una moto y acompañado por Axel Alberto Abelardo Grieve, en calle Las Camelias y 44 A, dispararon contra el funcionario policial Alberto Fernando Colombo.

A Colombo lo hirieron en el muslo izquierdo. Antes de eso había sucedido el robo a la recaudación de termas en la Municipalidad, el 29 de julio de 2012; a Rigoni se lo acusa de homicidio calificado en grado de tentativa porque disparó contra el patrullero Fiat Duna S-266 del lado en que estaba sentado el policía Enzo Rodríguez. Eso fue en la madrugada del 16/17 de febrero de 2013 en el enfrentamiento que el grupo de “Cachola” protagonizó contra el grupo conocido como “los Pericos”, es decir los Mieres y los Lencina entre otros.

Además Rigoni amenazó de muerte al oficial Humberto Suchuat, hoy retirado, el 21 de octubre de 2012 en dos oportunidades. En la segunda vez no solamente lo amenazó sino que le pegó en la cara con la culata de un arma. Eso fue alrededor de las 14:10, en la playa de estacionamiento del supermercado de las Cinco Esquinas. A Mariana Alejandra Sánchez se le imputa robo agravado por el uso de arma de fuego y ser partícipe secundaria en el robo a la Municipalidad.

Además “el Colorado Cachola”, el 17 de febrero de 2013, en Las Camelias y 44, amenazó de muerte al oficial de Toxicología de la Jefatura de Policía de Federación, Ernesto Javier Molina. Dicen que le gritó: “¡Te vamos a cortar entero a tu hijo Damián!”

El juicio oral y público demandó siete días, (29 y 30 de octubre, 2, 3, 4, 5 y 6 de noviembre), más de cincuenta horas de alegatos y testimonios, treinta y dos testigos y más de setenta elementos de prueba y efectos aportados a las causas.

Los protagonistas

El defensor de la pareja Rigoni-Sánchez, el abogado concordiense Rafael Briceño, ronda los sesenta y pico, camina lento y parece una especie de versión humana de aquel perrito Droopy, el que aseguraba estar muy feliz conservando su cara de preocupación. Este abogado tomó la causa de “el Colo” Rigoni heredándola del anterior defensor, el titular de la Defensoría de Pobres y Menores de Federación, Juan José María Giorgio.

Briceño tiene en su haber la defensa de los casos más difíciles: militares concordienses violadores; policías y gendarmes integrantes de una banda narco; la defensa de Sergio Meza, uno de los apresados por el robo del 22 de agosto de 2013 en la casa de Víctor “Burro” Leonardo. Mientras el titular de la Fiscalía federaense, Francisco Rafael Ledesma, lo calificó de “un muy buen abogado”, el secretario de Derechos Humanos de Concordia lo definió diciendo: "Briceño hace de abogado del diablo, él esta argumentando a su defensa, utilizando el impacto psicológico que esto pueda tener en los medios para beneficio de sus defendidos".

En las causas que se le siguen a Rigoni, Rafael Briceño afirmó que “no tienen nada”. Acerca del robo a la Municipalidad manifestó que no es sustancial haber encontrado, unos meses después del robo de los más de $ 138.000, una bolsita con unos guantes como los que usan los médicos o enfermeros. Además se tomó de la declaración testimonial del policía Ramón “Chiflón” Acevedo para contraatacar. Acevedo, de guardia la noche del 29 de julio de 2012, había afirmado que quien lo apuntó con un arma y lo redujo atándolo con alambre de enfardar “tenía las manos blancas”. Briceño aseguró, desde el sentido común, que las manos de “Cachola” son coloradas, con pecas y lunares.

En la causa del enfrentamiento contra lo que el defensor Briceño denominó “la banda de los Pericos”, en calles 44A y 44B entre Las Rosas y Las Camelias, entre las dos y las cinco y media de la mañana del 16 de febrero de 2013, desestimó los seis testimonios del día lunes 2 de noviembre por la tarde debido a contradicciones y dudas de los testigos. Ninguno, ni siquiera un pariente cercano de Walter Melgar, reconoció que Melgar le tiró un escopetazo en el cuello al hijo de Mariana Sánchez, Franco Grieve. Ninguno reconoció la existencia de una banda narco llamada “los Pericos”.

El tribunal de la Sala Penal de los Tribunales de Concordia estuvo presidida por Ives Bastián e integrada por Jorge Barbagelata Xavier y Alberto Funes Palacio. Funes Palacio fue juez de Instrucción (multifueros) y fiscal en Federación. Él y Alejandro Rigoni se conocieron en el negocio que la hermana de Rigoni tenía frente al parque termal de Federación. “El Colo” estaba allí junto a un hombre de Concordia cuando llega Funes Palacio asegurando que ellos dos sabrían dónde estaría la llave del auto que había perdido o le habían robado. “Cachola” le reprocha que sin saber lo estaba prejuzgando. “Era en broma”, le dice Funes Palacio. Rigoni le dice que lo puede ayudar y, mediando la intervención del concordiense que estaba con él, hacen un lacito con un alambre fino y lo introducen paralelo al vidrio de una de las puertas del auto de Funes Palacio. En un momento el lazo del alambre se encuentra con la traba, la engancha y la suelta. La puerta del auto se abre. Entre perplejo y agradecido el hoy juez de Concordia Alberto Funes Palacio asegura que eso lo había visto en las películas “pero nunca lo vi en vivo y en directo”. Alejandro Rigoni le dice que no es nada y que, “cualquier cosa que necesite, ya sabe”.

Funes Palacio y Rigoni se encontraron en la mañana del 29 de octubre en la Sala 1 de Audiencias de los Tribunales de Concordia, varios años después del incidente con la puerta del auto del juez. Se saludaron como amigos.

El fiscal Francisco Rafael Ledesma va a cumplir 40 años el próximo 4 de marzo y en abril, un mes después, cumplirá cuatro años al frente de la Fiscalía. Fue deportista, campeón entrerriano y basquetbolista. Tiene un hijo de 15 años y enviudó no hace mucho. Hijo único de un relojero y una docente, ambos de Concordia, reemplazó a la hoy jueza de Garantías, Cármen Benítez, con la ayuda de la jueza Cristina Kucharuk de Romero y del procurador general Jorge Amílcar García.

Ledesma es un hombre frío que sonríe. Al encontrarse con Alejandro Rigoni en los Tribunales de Concordia escucha que “el Colo” le dice, “Doctor, me cortó todo el día”. El fiscal respondió que sí, “Es el trabajo, qué se le va a hacer”. Francisco Ledesma comenzó a salir periódicamente en el aire de los medios de comunicación de Federación a partir de una serie de muertes violentas, abusos y crímenes por los cuales la gente salió a protestar a las calles. Los medios y la gente lograron que la Justicia saliera a la luz y explicara, tímidamente, algunas cosas. Todavía la familia Buchanan, los hermanos del contador asesinado brutalmente en la zona rural, Edwin “Chiche” Buchanan, están enojados con el fiscal Ledesma. “Pasaron dos años y no tiene nada concreto”, aseguró Alejandro Buchanan, quien este 17 de noviembre, momento de la sentencia contra el dúo Rigoni-Sánchez, deberá explicar si huno malversación de fondos en el hospital San José o no.

Alejandro Gabriel Rigoni, conocido como “el Colorado Cachola” o “el Colo”, nació en Federación el 18 de diciembre de 1978 y heredó el apodo de “Cachola” de su abuelo y su padre. Empezó siendo un gurisito travieso al que le decían “Cabeza de pimentón”, después se casó con Patricia Piana, con la que tuvieron una hija, Marcia. En algún momento impreciso en el tiempo se transformó en un ladrón y, después, en alguien que robaba para poder pagar las sustancias que consumía. Hoy está divorciado y en concubinato con Alejandra Mariana Sánchez; ambos viven en la casa 75 del barrio 60 Viviendas de CAFESG. Tuvo un Fiat 147 y una camioneta negra Ford Escort, dominio MEK 862. Según la testigo Rocío Ayelén Tissocco, una joven domiciliada en calle Urquiza que ejercería la prostitución mandada por su madre (una mujer de apellido Glass), fue en esa camioneta en la que Rigoni y Sánchez la llevaron (como cómplice y coartada) la noche del robo a la Municipalidad. Rocío Tissocco mostró pánico al tener que declarar cerca de la pareja y se contradijo varias veces. Los seis testigos de la causa caratulada “Contra Alejandro Gabriel Rigoni por daños contra la propiedad pública, daños a la propiedad privada, abuso de arma de fuego y homicidio en grado de tentativa”, señalaron a Rigoni como quien disparó contra el policía Rodríguez, sentado en el patrullero. María Esther Romero, Sergio Romero, Crístian Diego Galván, Malcolm Abel Ortiz, Elías Emmanuel Pucheta y Roberto Vidal dijeron algo distinto a lo declarado en Fiscalía en oportunidad de ser citados a indagatoria por el enfrentamiento entre el grupo del “Colorado Cachola” y “los Pericos”, el 16 de febrero de 2013.

En la casa 75 de calle 44B del barrio 60 Viviendas de CAFESG vive Alejandra Mariana Rigoni. Ella nació el 30 de abril de 1980. Estuvo casada con uno de los integrantes de la familia Grieve, quien fuera asesinado, y tiene sus hijos “Coque” y Franco más una chica, además de los hijos con “el Colo” Rigoni. Ella es querida por sus vecinos y más de una vez alguien ha querido pelear cuando se la señala a Mariana Sánchez como la verdadera narco del grupo de Rigoni. Se dice que heredó el negocio de su marido asesinado. Es muy trabajadora y peleadora. Se la vio pelear contra otra mujer por el negocio y por el hombre conseguido. La otra mujer terminó brutalmente golpeada, ensangrentada y debió ser hospitalizada.

Cabos sueltos

Las principales pruebas del robo de los $ 138.000 nunca aparecieron hasta ahora. El robo fue perpetrado alrededor de las 23:40 del domingo 29 de julio de 2012, donde se entró a la Municipalidad, se redujo al policía Julio Ramón Acevedo atándolo con alambre de enfardar, se rompió el vidrio de la puerta de ingreso a Tesorería y se sacó más de lo que se dice oficialmente. El dinero y el arma nunca aparecieron, tal es así que se especuló con que el ladrón usó un arma trucha o de juguete y redujo al policía con su propia arma reglamentaria. Cuando la jueza de Garantías, Carmen Inés Benítez, labró la orden de allanamiento Nº 71, a las 21:30 del 2 de agosto de 2012, a la casa de Rigoni y Sánchez, pidió “constatar y en su caso secuestrar” elementos como celulares, chips, tenazas y pinzas, guantes de trabajo, zapatillas números 39/40, buzo de color rojo o fucsia, cuello polar, buzo con capucha gris o negro, balas calibre 9 milímetros, cartuchera de saque rápido, pistola calibre 9 milímetros Nº 424021 FMHI Power M 95 Classic y 138 mil pesos. Pero nada de esto fue encontrado. Salvo una campera de jean gastada, unos jeans, celulares y algo de marihuana.

Hay dos hipótesis respecto del dinero. Una, que fue a pagar una vieja deuda con un narcotraficante. La otra correspondió a pensar que con ese dinero se iba a pagar una fianza para un joven poseedor de estupefacientes de apellido Gaiga que había sido apresado a bordo de un remís días antes del robo a la Municipalidad. Ambas hipótesis siguen siendo parte de los corrillos vulgares pero no han podido demostrarse.

El encargado del parque termal, Osvaldo Dri, aseguró que fue él y no Diego “Campanita” Tissocco quien llevó el dinero de la recaudación de termas hasta el buzón de la pared de Tesorería municipal. Pese a esto Fiscalía simplemente citó a Diego Tissocco para que explicara el mecanismo que se utilizaba para depositar el dinero. ¿Por qué la Justicia no llamó a declarar a Dri y otros empleados municipales?

El defensor Briceño afirmó conocerlo bien a Humberto Suchuat, policía hoy retirado, oriundo de Concordia. Y, aseguró el defensor de Rigoni y Sánchez, “sé como procede Suchuat porque lo conozco desde hace veinte años y no sería raro que apretaran a la jovencita Rocío Tissocco y le pidieran a mi cliente repartir lo robado”. Briceño insistió con esto: los policías Humberto Suchuat y Lucio Martínez querían la mitad de lo robado. Se tomó como que era una estrategia normal de quien defiende.

Alejandro Rigoni mostró, haciendo uso de sus exagerados ademanes y del alto volumen de voz que tiene, unos documentos que no tenía por qué tener en su poder. Eran varias páginas con todo lo relacionado al juicio, elementos de prueba, testimoniales de debate, efectos y demás. Algo que sólo manejan el fiscal y la defensa además del Tribunal. Abrochado a eso había un papel extraño. En él se pedía a la Defensoría de Pobres y Menores el permiso para trasladar a Jorge Rafael Caretta, quien aportaría un disco compacto con pruebas. Todo relacionado a otra causa, la del brutal asesinato en la zona rural de Edwin “Chiche” Buchanan, causa en la que se señaló a dos “perejiles”, los hermanos Benítez, como principales imputados. Uno de ellos, Misael “Lica” Benítez terminó preso por el asesinato de un joven Salazar en “la Vieja Federación”.

Cabe recordar que a Caretta se lo señaló como cómplice de Rigoni en el robo a la municipalidad. Caretta estuvo trabajando en la finca que Carlos Cecco posee en el ejido. Era amigo de “Cachola” y por eso se lo relacionó. Últimamente fue detenido por un robo violento a un prestamista y comerciante de Puerto Rico, en Misiones.

La sentencia

Al momento de redactar este informe, cuatro menos diez de la húmeda tarde del viernes 13 de noviembre de 2015, se sigue esperando la sentencia. La sentencia se dará a conocer este martes 17 de noviembre a las 07:30. La Fiscalía pidió diez años de prisión efectiva para Alejandro Rigoni y tres años y medio para Mariana Sánchez.

Tras los allanamientos dispuestos por el juez Pablo Seró el pasado 18 de septiembre y con la orden del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, se logró detener a varios cabecillas del grupo que Briceño identificó como “los Pericos”. En Federación hay tres grupos conocidos que disputan el negocio de la venta de estupefacientes: el grupo del “Colorado Cachola” (que incluye a algunos de los Grieve, los Salazar); el de los Mieres (“los Pericos” más los Lencina) y el de “los Sapitos”. Descabezando y controlando los grupos se mantiene tranquila la ciudad a la que el jefe provincial de la Policía de Entre Ríos, Héctor Massuh, vendrá a vivir cuando se retire.

Como se dijo en la nota aparecida en ANÁLISIS DIGITAL el pasado 29 de octubre, nota republicada en El Federaense, 7Páginas y en Semanario 360 el sábado 31 de octubre, hay que lograr la paz social. Y por eso están saliendo juicios y castigos a narcotraficantes.