Jorge Riani,
ANÁLISIS DIGITAL

La revista ANÁLISIS cerró el año pasado con una nota de tapa que tituló “el cerebro macrista”, y donde se lo presentaba como el “nombre detrás del triunfo macrista en Entre Ríos. Llegó al mundo de la política provincial como interventor del PRO y desde allí comenzó a tejer el armado que luego pudo exhibir a Mauricio Macri: en Entre Ríos, la provincia mimada del kirchnerismo, ganó su candidato presidencial pese a que el Frente para la Victoria pudo retener la gobernación por escaso margen”. Se contó que su accionar fue vital para la preeminencia del PRO frente a su socio radical: bajó nombres de candidatos, subió a otros de su entorno personal y se convirtió en el interlocutor que necesita el gobernador Gustavo Bordet para conseguir financiamiento ante la Nación.

Su vinculación con Entre Ríos data de hace varios años a partir de un emprendimiento de urbanización en el departamento Islas. Desde allí fue armando su bastión político y aunque es prematuro aún, su nombre suena como posible candidato a gobernador en 2019 si todo sale como él lo tiene previsto. Como ministro del Interior estuvo en el traspaso de mando del 11 de diciembre en Entre Ríos y su imagen es cada vez más frecuente en los medios provinciales. Rogelio Frigerio es la tercera generación de economista-político que se destaca por la estrategia de armados con éxitos electorales.

En el diario La Nación, la periodista Mariana Verón cuenta del economista que “abarcó tantas áreas que ahora resulta difícil encontrar una manera sintética de nombrar el ministerio que comanda”. “Rogelio Frigerio –dice la nota del centenario diario porteño– se consolida como un superministro en la nueva estructura oficial para una cartera que arrancó con 5.000 millones de pesos de presupuesto total y ya sumó más de 70.000 millones entre Interior, Obras Públicas y Vivienda, todas las dependencias que concentró el funcionario desde que desembarcó en la Casa Rosada”.

Hay que decir que Frigerio está en el lugar del último sueño de Sergio Urribarri. El entrerriano soñó con ser presidente, luego ministro del Interior y finalmente quedó relegado a la Cámara de Diputados provincial. Urribarri, ahora denunciado en la Justicia por presunto enriquecimiento ilícito a partir de las nota de ANÁLISIS tiene así otros problemas que trascienden el problema de los sueños incumplidos.

Volviendo sobre Frigerio, la periodista Verón cuenta que “junto a la dupla que conforma con Emilio Monzó, el presidente de la Cámara de Diputados, Frigerio tiene la difícil tarea de conseguir apoyos legislativos para Mauricio Macri a cambio de fondos frescos para los gobernadores, con quienes intenta aceitar una relación distinta de la que mantuvo estos años el kirchnerismo”.

Es en ese marco en que se da el acuerdo con Entre Ríos, como contó este sitio ya en notas de diciembre último.

¿Quién es?

Rogelio Frigerio es nieto de economista homónimo. Es quien ha bruñido el brillo del apellido que logró su abuelo, a quien le cabe el mérito de ser uno de los artífices centrales del triunfo de Arturo Frondizi en las elecciones presidenciales de 1958. Frigerio es sinónimo de la corriente política llamada desarrollismo, y que tuvo a Frondizi como su máximo exponente en la Argentina.

Hace varios años, en una de las visitas que Mauricio Macri realizó a Paraná, este cronista le pidió que le dé el nombre de algún presidente argentino en la historia que le sirva de inspiración en su carrera política. La pregunta fue parte de un reportaje realizado en el café del Hotel Paraná, cuando la siesta calurosa volvía desierta la jungla de cemento paranaense. Macri aportó dos nombres de presidentes en los que le gustaría espejarse, según dijo: Julio Argentino Roca y Arturo Frondizi.

Frondizi gobernó el país entre 1959 y 1962, cuando un enésimo planteo militar terminó por derrocarlo. Su llegada a la Presidencia de la Nación tiene mucho que ver con el apellido Frondizi.

Rogelio Julio Frigerio escribió en la revista Qué!, donde canalizó su pensamiento desarrollista, base de la doctrina que dio lugar luego al Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). Su biografía dice que inició su actividad política en los años 1930 integrando el grupo Insurrexit, una organización juvenil de izquierda vinculada radialmente al Partido Comunista argentino. “El pensamiento fuertemente nacionalista de Frigerio rápidamente lo aleja de la izquierda argentina; sin embargo, la influencia del marxismo en su formación intelectual será decisiva y central en su aporte al pensamiento desarrollista que elaboraría en las décadas de los años 1950 y 1960”, dicen sus biógrafos.

En su vida de constructor de poder tuvo dos enormes logros. El primero fue haber logrado el acercamiento en las negociaciones de Perón con Frondizi, en un pacto secreto que –proscripto el peronismo– logró el ascenso presidencial de Frondizi. ¿Quiénes fueron los firmantes de ese pacto? Rogelio Frondizi, por el desarrollismo, y John William Cooke.

La otra construcción de poder que lo tiene al abuelo Frigerio como artífice fue el acercamiento de Héctor Magnetto al diario Clarín. Por eso los dirigentes desarrollistas tuvieron mucha incidencia editorial en el diario imperio durante varias décadas, como lo tuvo Octavio Frigerio, padre del Rogelio de estos días.

Rogelio Frigerio (a) fue un gran estratega y armador político que le dio contenido doctrinario a la fuerza que nació como Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI). Murió en 2010.

Es probable que Macri haya soñado que el Rogelio Frigerio de su tiempo tenga dotes de armador político como su abuelo. Le confió una misión y la logró con creces. Ahora se sentó como intermediario entre los gobiernos provinciales y el nacional.

Octavio viene de ser candidato en San Miguel. Fue presidente de YPF, diputado nacional, legislador por CABA, embajador en la era menemista.

El actual ministro de Interior forma parte de la familia donde cada integrante demuestra tener luz propia para la construcción política. Tiene 45 años y demostró precocidad en sus logros. A los 28 años comenzó su carrera en la función pública, cuando fue designado secretario de Programación Económica bajo el ministerio de Economía.

Antes de convertirse en ministro desempeñó el cargo, como se dijo párrafos arriba, de presidente del Banco Cuidad de Buenos Aires. Es licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires y especialista en Planificación y Desarrollo Económico. Su currículum dice que es especialista en finanzas federales.

Sus antecedentes profesionales indican que dio clases en la UBA y que dirigió la consultora Economía & Regiones. También que realizó tareas de consultor para Naciones Unidas y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El grifo de la Nación

Mes a mes, el gobierno entrerriano necesita juntar 1.700 millones de pesos para pagar sueldos. Se ha contado ya que para que la provincia pueda pagar sus sueldos, hasta el momento el cajero del Estado ha tenido que echar mano a tres modos de financiamiento:

Uno de los modos consistió en pedir créditos al Nuevo Banco Bersa SA. Otro utilizar lo que se llama Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (FUCO), que está integrado por más de mil cuentas bancarias que el Estado tiene en diferentes entidades. De ese total, que se trata de fondos afectados para fines específicos, se puede usar un 94 por ciento para pagar sueldos. “Si con todo eso no alcanza –y nunca alcanza–, entonces viene el pedido de auxilio al gobierno nacional. Es decir que la Casa Rosada, o directamente el Palacio de Economía, autoriza y envía fondos que luego descontará de la coparticipación federal de impuestos”, contó este cronista.

“El problema que hay con este sistema –dijimos en aquella nota– es la discrecionalidad del gobierno central para enviar o no el dinero que requiere la provincia. Si Nación no quiere, ese dinero no llega. Es decir que el Estado central no está obligado a enviar anticipos de fondos, aunque siempre se necesitan para poder llegar a pagar sueldos”.

Hubo oportunidades en que la Nación envió unos 500 millones de pesos para que la provincia pueda cumplir con el pago del medio aguinaldo de mediado o fin de año.

Eso se repite cada treinta días desde que Urribarri decidió endeudar la provincia (9 mil millones de pesos, y un rojo en las cuentas generales de 2.500 millones de pesos).

Es ahí cuando empieza a jugar Rogelio Frigerio. Conocedor de eso, ha sido uno de los armadores de la lista de Cambiemos en la provincia. Contamos ya en la revista que edita este sitio, que el joven economista y estratega político “logró algo impensado en esta provincia: que la Unión Cívica Radical se quede sin candidato a gobernador por primera vez en un siglo. El radicalismo fue once veces gobierno en la provincia, desde que ganara la primera elección con la Ley Saenz Peña en vigencia, allá en 1914. Pero este año que termina, año electoral, el radicalismo no fue opción de gobierno”.

Por eso, en su armado a apelado a apellidos desconocidos en esta provincia mesopotámica y que ahora ocupan cargos electivos. Es el caso de Yanina Gayol, diputada nacional entrerriana, secretaria de Frigerio, con domicilio real en la localidad bonaerense de Munro. De la mujer se sabe que tiene una relación con Danilo Calé, que sería socio de Frigerio en emprendimientos comerciales del sur entrerriano y dueño del campo que arrienda Alfredo De Angeli.

Contamos ya que el de Gayol, no es el único trasplante de candidato. Pensando en un futuro, quizás a dos años cuando haya elecciones legislativas, el armador macrista hizo también fijar residencia a Marcelo Sorgente, que –dicen los que conocen al economista– es un empleado del clan Frigerio. Además, el estratega macrista en la provincia logró colar algunos nombres en cargos dentro de la provincia. Es el caso de Martín César Anguiano que ahora es diputado provincial del Bloque Cambiemos. Sus datos personales dicen de él que nació el 14 de febrero de 1961, que su actividad particular es de asesoramiento, dirección y gestión empresaria y que su domicilio es French 2331, Recoleta, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sí trascendió que su vinculación con la provincia es porque desarrolla un emprendimiento inmobiliario en el departamento Islas.

El de Rogelio Frigerio es el nuevo nombre que irrumpe en la política entrerriana.