El imputado, que ya cuenta con antecedentes penales, declaró en el mes de julio ante el fiscal Martín Gil quien lleva adelante la IPP, sobre la denuncia de dos casos de abuso a menores, acontecido en Pueblo Belgrano, cuyos familiares tienen el apoyo de la ONG “Con los gurises No”.
A los menores se les practicó la cámara Gesell, que es una habitación acondicionada para permitir la observación con personas. Está conformada por dos ambientes separados por un vidrio de visión unilateral, los cuales cuentan con equipos de audio y de video para la grabación de la declaración de los menores frente a un psicólogo.
La denuncia por abuso, contra Alejandro Guerrero de 47 años, fue radicada por los padres de dos menores en Fiscalía el 15 y el 17 de junio respectivamente. Tras la exposición de los padres de las víctimas, el fiscal Martín Gil inició la investigación por “corrupción de menores de delito continuado, abuso sexual simple reiterado”, que tiene una pena de diez a 15 años de prisión.
Guerrero trabajaba como cuidador en un complejo turístico en Pueblo Belgrano ubicado en el camino a Ñandubaysal, y uno de los hijos del supuesto abusador era amigo de las víctimas, quienes eran asiduos concurrentes a su domicilio por haber entablado una amistad.
Gil ordenó el allanamiento de la vivienda del imputado, horas después de la denuncia de los padres, en la cual se encontraron elementos de importancia para ser empleados en la causa, entre ellos se le incautó el celular que será peritado. Además se solicitó una pericia psiquiátrica y psicológica al imputado.
En la investigación, el fiscal tuvo en cuenta los antecedentes penales de Guerrero, quien había sido condenado en 2012 a tres años de pena condicional por abuso sexual simple reiterado, condena que aún sigue vigente. (Fuente: El Argentino.