Se podría decir que Ramiro era un piloto experimentado: corría en karting desde que tenía ocho años y estaba federado (en la Federación Metropolitana de Automovilismo Deportivo, que pertenece al Automóvil Club Argentino).
En 2009 corría para la categoría PAK-50, pero este año había ascendido a la Pre Junior Prokart y participaba en dos torneos. El domingo, durante la anteúltima fecha del Campeonato Metropolitano que se desarrollaba en el kartódromo de Baradero, Ramiro sufrió un grave accidente.
En una curva de la pista, un karting que venía delante se le cruzó y no pudo esquivarlo. Chocó con el otro auto y el karting se dio vuelta. “Se supone que se aferró al volante, no pudo desprenderse y el auto se le vino encima”, contó Marcelo Casella, testigo del choque y director del sitio web especializado E-Kart.
A pesar del fuerte impacto, el nene conservó todos los elementos de seguridad, incluso el casco. En esa categoría no se usa cinturón de seguridad. Casella explica que es una medida de protección más para evitar lo que le pasó a Ramiro: salir del karting y no terminar aplastado.