Esta consecuencia de una práctica rural ocurrida en territorio de la provincia de Entre Ríos tuvo su pico en 2008, cuando los incendios quedaron fuera de control y toda Rosario quedó tapada de humo y cenizas. El trastorno suscitó choques entre autoridades municipales y provinciales a uno y otro lado del río. Defensa Civil de Rosario acusó que "no hay voluntad del gobierno entrerriano por controlar la situación".
Ayer el problema pareció reeditarse, y sucedió en un día para nada indicado. El viento reavivó algunos focos ígneos y empujó el humo hacia la ciudad, a través del río. La postal del microcentro ayer al caer la tarde mostraba una imagen neblinosa que contribuía a exasperar el fastidio de quienes estaban obligados a padecer una temperatura que pasó los 37 grados a las 14, y cuya sensación térmica alcanzó los 40.
Fuente: Rosario 12.