Más adelante, sostuvo Ruberto que “en Paraná el paro no ha sido significativo porque si bien el transporte de colectivos es importante, la gente se moviliza en autos particulares o en motos”.
Luego indicó que se trata de una medida de fuerza “armada muy mediáticamente a nivel Capital Federal, con piquetes en ciertos lugares estratégicos como es la zona de Pacheco frente a la Ford, donde no vi a ninguno de los gremios que convoca. Había sólo agrupaciones y partidos de izquierda pero los gremios gastronómicos, camioneros, ferroviarios y portuarios no estaban ahí”.
“En todo el país nuestra obra social está abierta y hay algunos compañeros del Gran Buenos Aires que se han visto en la obligación por su cercanía, ya que son diputados, son concejales o apoyan a Sergio Massa, que es quien está atrás fogoneando todo esto, de adherir. Gremios de comercio de Gran Buenos Aires han adherido y esto ha provocado un debate bastante importante porque es una actitud inorgánica total vinculada a la política”, mencionó.
“De los gremios gruesos que convocan no había nadie”, reiteró y finalmente insistió en que la medida de fuerza que se lleva adelante en esta jornada “son piquetes y paro de transporte”.
“Nosotros no acompañamos la medida de fuerza de Moyano y Barrionuevo porque seguimos creyendo en la defensa y la creación de nuevas fuentes de trabajo”, expresó el dirigente de los empleados de comercio, agregando que “en estos años se terminó con las leyes de flexibilización laboral y se recuperaron las convenciones colectivas. Tenemos paritarias todos los años, el que no ve esto es porque representa otros intereses, no los de la clase trabajadora”, sostuvo el gremialista.
Para el dirigente gremial “está muy claro que tanto Moyano como Barrionuevo, queriendo o no, están haciéndole el juego a los sectores políticos más retrógrados, que añoran el neoliberalismo de los ’90 que tanto daño le hicieron a la clase trabajadora”.
Por último afirmó que “lo de Hugo Moyano y su profundo cambio no deja de ser muy triste. Fue un gremialista que se opuso al menemismo, pero hoy es un chirolita de Sergio Massa, el caballo de Troya de las corporaciones económicas y mediáticas que pretende incendiar y destruir todas y cada una de las conquistas de los trabajadores de los últimos 10 años”.