Peñarol aplastó a Atenas y quedó a un paso del bicampeonato

Atenas comenzó el juego apostando a sus internos, pero fundamentalmente haciendo hincapié en su tarea defensiva. Juan Manuel Rivero (no había marcado en los tres anteriores partidos) fue el encargado de abrir el marcador con una clara penetración que hizo estallar el Orfeo para empezar a soñar con una victoria Griega. El parcial fue de 6-2 para Atenas en cuatro minutos de juego, tiempo suficiente para que el Oveja Hernández pidiera el primer minuto de la noche. Luego de finalizado el tiempo muerto, Peñarol salió a la cancha con otra intensidad.

Con una ráfaga de buenas defensas y un triple de Leo Gutiérrez con menos de dos segundos de posesión tras una salida de fondo, el Milrayitas se puso arriba por primera vez en el partido (10-9). Atenas reaccionó a tiempo y de la mano de Bruno Lábaque emparejó nuevamente el partido. Un doble de él, más un triple de Lescano y una falta técnica pitada a Gutiérrez por arrojarle la pelota a Lábaque tras cometerle una falta ofensiva, hicieron que Atenas se ponga dos arriba a segundos del cierre.

Pero Peña se las ingenió para tener una nueva ofensiva que aprovechó al máximo. Ya que luego de una falta recibida, Leiva fue a la línea para meter el primero, errar el segundo, y contribuir con Lamonte que tomó el rebote ofensivo y convirtió un doble sobre la chicharra para colocar el marcador 19 a 18 a favor del visitante en el final del primer chico.

Peñarol tomó la posta en el inicio del segundo cuarto. Con un parcial de 7-0, se adelantó en el marcador 23 a 18 obligando a Sebastián González a pedir minuto para reordenar sus fichas. Martín Leiva se fue transformado lentamente en el jugador interno más importante de Peñarol, absorbiendo mucho juego y provocando puntos desde la pintura, además de faltas del juego interior Griego.

Un triple de Safar ante una estática defensa zonal de Atenas puso la máxima del partido para Peñarol (28 a 18 arriba con cinco minutos por jugar en el segundo cuarto) extendiendo el parcial a 12-0. Atenas reencontró el camino al canasto de la mano de su capitán Bruno Lábaque (20-28). Sin embargo, Peñarol pareció inalterable y continuó generando juego a partir de Lamonte y Leiva, para sacar 11 (35 a 24) a dos minutos del final. En resumen, Peñarol fue mucho más que Atenas en este segundo período y se fue al descanso largo 36 a 24, con un contundente parcial en el cuarto de 17 a 6.

Parecía que Atenas comenzaba el segundo tiempo con otro temple. Un doble de Lábaque y un recupero lograron levantar al público de sus asientos. Sin embargo, Peñarol no se relajó. Y con un triple de Tato Rodríguez llevó el tanteador 41a 28 para sacar la máxima del juego, 13 puntos. Otro triple, en este caso de Leo Gutiérrez, puso las cosas 44 a 30 para Peñarol ante un Atenas desorientado. Mata también apareció en el goleo con otro tiro de tres puntos para seguir mostrando el camino que encontró el visitante en el arranque del segundo tiempo y continuar batiendo máximas en el juego.

Ahora las cosas estaban 47 a 32, producto de un parcial de 11-4 que obligó a González a pedir minuto rápidamente. Atenas volvió de la misma manera, perdido en la cancha y sin encontrar respuestas ofensivas. El equipo del Oveja Hernández aprovechó al máximo esta situación para tomar una ventaja de 20. Otro triple de Leo Gutiérrez, más otro de Lamonte, también luego de una reversión de balón, Peñarol puso el partido en el congelador y sacó 21 de distancia, 58 a 37, en el cierre del tercero.

El último cuarto arrancó de la misma forma que como terminó el tercero: con una lluvia de triples. Primero fue Lauría para Peñarol y luego Gerbaudo para Atenas (40-61 hasta ahí). Como si esto fuera poco, Selem Safar viniendo desde el banco también aportó su tiro de tres puntos, que sumado a una bandeja en soledad de Nicolás Lauría, pusieron el partido 68 a 44. Peñarol comenzó a florearse y la gente de Atenas a retirarse del Orfeo, viendo que el equipo cordobés no tenía respuestas en el campo de juego.

Con el marcador 70 a 48 en contra, Atenas intentó jugarse los últimos cartuchos con una defensa presión a campo entero que le dio algunos réditos parciales, para ponerse a 16 puntos a falta de 3’15’’. Pero Peñarol salió de la laguna rápidamente y fue Leo Gutiérrez el encargado de cerrar el partido con un triple a su estilo, sacando un tiro increíble en la cara de Orlietti y así decretar, finalmente, el 86 a 59 con el que Peñarol ganó en tierras cordobesas, para poner la serie 3 a 1 a su favor, soñando con dar la vuelta el próximo domingo en Mar del Plata.

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