Sucedió cerca de las 8.30. La mujer manifestó que es inquilina y que “por lo pronto cargamos algunas cosas para llevar a la casa de un amigo. Después veremos si nos dan alguna otra vivienda”.
“Han cavado demasiado y no han hecho el mantenimiento necesario para sostener esto. Los golpes eran continuos desde las 6 de la mañana”, relató Fernanda y precisó: “El año pasado empezaron con el derrumbe y hace poco empezaron a sacar la tierra. A partir de ahí la casa donde vivo se empezó a rasgar. Estoy aterrada”.
Por su parte, la abogada Marcela Gambaro dijo a Elonce TV que representa a “Francisco Gambaro, que es el dueño de abajo. Mi tío Miguel vive arroba, ha llamado a Defensa Civil y al 911 y le cortan el teléfono. Esto es mucho riesgo, porque está en riesgo la ruina total del edificio”.
Hizo hincapié en que “se ha ingresado subterráneamente a nuestro domicilio, dejando sin base la construcción, por lo que se ha caído todo el piso y el baño. En Irigoyen 77 el inodoro quedó al aire”.
“La gente de la construcción nos había dicho que no había riesgos y que nos quedáramos tranquilos”, afirmó y advirtió: “Creo que esto está en el ámbito de la culpa grave o dolo. Tres grupos de personas se ven totalmente afectados”, puesto que el lugar está dividido en “dos departamento abajo y uno arriba”.
A su turno, Miguel Gambaro, quien reside en la parte superior del lugar siniestrado manifestó que el ingeniero de la obra le había dicho anteriormente que iba a tratar de solucionar los inconvenientes con un apuntalamiento.
“Es una casa antigua pero de buena construcción. Estamos esperando qué hacemos a dónde vamos. Toda mi vida viví acá”, lamentó.
Asimismo, enfatizó: “Voy a hacer todas las presentaciones que haya que realizar. Yo hablé con el dueño de la empresa. Le dije que pusiera una cinta testigo por si se seguía abriendo la grieta. Me dijo que iba a esperar un poco más y luego iba a hacer una llave. Acá tiene lo que pasó”, concluyó en declaraciones a El Once.