
Durante el primer tiempo, los protagonistas se repartieron el dominio con sus idénticas recetas. Ninguno se animó a apoderarse de las riendas y gobernar. Los dos jugaron con cautela y carecieron de poder ofensivo. Y tampoco tuvieron eficacia en las pocas llegadas. Rigamonti desactivó un cabezazo peligroso de Stracqualursi, mientras que Migliore respondió bien ante un tiro picante de Carranza. En tanto, a Zapata le hicieron un claro penal que no vio Pitana.
Los papeles de Caruso Lombardi se empezaron a quemar a los tres minutos del complemento, cuando el debutante Augusto Álvarez vio la segunda amarilla tras chocar con Teté González. El sueño de poner a Romagnoli para animarse a más se postergó. Desde ese momento, el Ciclón se refugió bien atrás y dejó aislados a sus dos puntas, mientras que Belgrano se adelantó y buscó desnivelar por afuera con centros.
A los 10 minutos lo tuvo Arce de cabeza, tras un tiro libre de Zapata. Y a los 14’ avisó Carranza con un disparo por izquierda bien tapado por Migliore. A su vez, el ingresado Martín, Melano y Turús estuvieron a escasos centímetros de conectar un par de envíos cruzados. El visitante, apretado por la presión, pasó a un 4-4-1-1 cuando entró el Pipi Romagnoli por Jara. Y el mismo enganche prendió la alarma al mostrar mucho dolor en su rodilla izquierda.
Luego del debut lleno de ilusión frente a San Martín, San Lorenzo fue a Córdoba con el objetivo de sumar y consiguió la meta. En una dura prueba, el equipo Azulgrana aprobó con lo justo y le hizo una gambeta a una derrota que lo acechó durante todo el segundo tiempo. Para Belgrano quedó el sabor amargo por todo el desgaste realizado sin ningún tipo de recompensa, consigna TyC Sports.