Estaba la expectativa que el parate de fin de año iba a servir para acomodar algunos desórdenes basquetbolísticos, esos que hicieron que el equipo decayera en su rendimiento y su nivel de juego. Sionista cerró el 2011 no de la mejor manera, entonces, el inicio del nuevo año traería vientos de cambios.

No fue tan así el comienzo del 2012. Al menos en Corrientes la presentación no fue la esperada. Ni por el resultado ni por el rendimiento colectivo. El viernes el Centro sumó su cuarta caída consecutiva y ahora su presente en el campeonato es diferente al deseado o anhelado. De estar entre las principales ubicaciones, el conjunto de Sebastián Svetliza está a mitad de camino. Atenas de Córdoba, que hace cuatro fechas atrás estaba anteúltimo, ya lo alcanzó, por dar un ejemplo.

La Liga Nacional es interesante por esas contingencias. Se ganan un par de partidos y se está arriba, o se pierden algunos juegos en forma seguida y se está abajo. Sionista tiene la chance de cortar este mal trago que incomoda y preocupa, será cuando en casa reciba a San Martín de Corrientes

El desvelo de Sionista no pasa por las derrotas en cadena, sino fundamentalmente por el rendimiento que se está teniendo tanto en lo colectivo como en lo individual. En el plantel se sabe que cada uno de sus componentes no está atravesando por el mejor momento. El bajo nivel de los jugadores provoca que el equipo no esté bien. Ganar para devolver la confianza es lo que se necesita.

Si bien la responsabilidad es de todos, jugadores vitales como Luis Cequeira, Matías Sándes y el mismísimo Alejandro Zilli no están rindiendo de la manera que ellos lo pueden hacer. Johwen Villegas también tiene intermitencias importantes, por más que termine siendo el goleador.

Y ni hablar de Hakeen Rollins. ¿Este moreno realmente es el jugador que necesita el equipo bajo las tablas? La idea fue tener un pívot intimidante y que sea dueño de los rebotes. Rollins lejos está de serlo. Si bien no lo dicen, en Sionista se mira de reojo un posible recambio.

Al margen de ello, todo puede tener otro color si Sionista logra su cometido. Ganar siempre simplifica los momentos, por más que está claro que el elenco paranaense necesita encontrar estabilidad emocional.

Estos equipos el viernes se enfrentaron y este domingo también se vuelven a ver las caras. ¿Puede variar mucho lo sucedido 48 horas atrás? No, el tema pasa por saber cómo reaccionarán los dos ante la necesidad de reforzar algunas cuestiones y corregir ciertos defectos.

Sionista debe volver a las fuentes. Defender y correr es la premisa. Entonces, una buena custodia de la canasta y personalidad en los recobres fortalecerá y mucho las chances de contar con un juego de transición. Después, en el fondo, la defensa fuerte uno contra uno será vital.

En tanto que San Martín no debe sentirse cómodo en sus ofensivas si Devon Beitze y Clarence Mathews toman la posta, la visita tendrá camino libre rumbo a otro festejo, señala El Diario.