Cerca de hacer historia estuvo Juan Martín del Potro en la cancha central de Wimbledon, aunque en realidad sí quedará marcado a fuego su nombre en los libros de los Juegos Olímpicos. En Londres, jugó un extraordinario partido ante el suizo Roger Federer durante cuatro horas y media y cayó con parciales de 3-6, 7-6 (5) y 19-17, en las semifinales del torneo individual.
El argentino sacudió su derecha como en sus mejores momentos, se mostró firme con el revés y su saque acompañó durante casi todo el encuentro. Recién en el interminable tercer capítulo, cedió el servicio en dos ocasiones, en el 19° game y en el anteúltimo, que luego fue determinante para la victoria del suizo, siete veces campeón sobre el mágico césped del All England Club.
“Por respeto a Gisela (Dulko) voy a tratar de olvidarme de esto para hacer un buen partido en el dobles mixto”, fueron las primeras palabras del tandilense tras la derrota. Y, entre lágrimas, añadió: “Cuando perdés es difícil sacar cosas buenas, sobre todo cuando pasó tan poco. Perdí un partido muy parejo, el segundo más importante que jugamos uno contra el otro”.
Una de las claves del encuentro estuvo en el saque del europeo que, pese a cometer muchos errores no forzados (41), siempre se mantuvo en partido. El helvético acumuló 24 aces e innumerables servicios ganadores, mientras que Del Potro totalizó 11. En cuanto a tiros ganadores, el argentino sumó 51, en tanto que Federer cosechó 64.
En definitiva, el triunfo fue para el número uno del mundo, pero el tandilense puede estar tranquilo porque dejó absolutamente todo y puso en jaque al mejor en el patio de su casa, señala TyC Sports.