La actividad infantil le bajó el telón a la 36ª edición del Triatlón de La Paz.
Con la novedad de darle el domingo para que los más chicos del deporte de las tres disciplinas puedan lucirse con una masiva presencia de espectadores a lo largo del recorrido, el fin de semana más importante para el triatlón nacional se cerró de muy buena manera en suelo paceño.
Divididos en categorías como pañales, infantiles e infanto-juveniles, chicos de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil le dieron batalla al calor y a sus propios límites para llegar a la meta.
Las distancias que afrontaron según su edad fueron las siguientes: en natación desde los 25 metros hasta los 400. En ciclismo desde un kilómetros hasta los tres km, mientras que en pedestrismo corrieron desde los 300 metros hasta los 2.500.
Como la prueba tiene un carácter estrictamente recreativo, todos y cado uno de los competidores y competidoras se llevan la misma premiación, lo que despierta muchas sonrisas en la foto final junto a sus compañeros de categoría.
De esta manera, brillante por cierto, se cerró un año más (el 36) de la Fiesta de Triatlón Más Grande de América.
Con una organización basada en más de 700 colaboradores que año a año se superan en esfuerzo y en desempeño en cada una de las más de 30 áreas que componen un staff que debe afrontar miles de dificultades previas para que cada detalle salga bien.
El Tria de La Paz fue una verdadera fiesta que mantuvo el mote de la meca de este deporte en Argentina y como dice el latiguillo del locutor oficial de la competencia, Pablo Farías, La Paz fue, es y será…… Tierra de Triatlón.