El arquero Matías Ibáñez, una de las figuras del partido disputado en Sarandí, analizó el triunfo por penales de Patronato ante Lanús, el cual le permitió meterse en los octavos de final de la Copa Argentina. Además de contar sus sensaciones por enfrentar a un equipo del que fue parte, el capitán del Santo celebró el triunfo y criticó a la organización por los escenarios elegidos en el certamen.

“Cada vez que me toca jugar con Lanús tengo sentimientos encontrados, pero ahora me debo a Patronato. Por suerte pudimos pasar, empatamos un partido en el que siempre estuvimos abajo. Después de la victoria con Aldosivi cambiamos el chip y ante las adversidades seguimos con chances y lo pudimos ganar al final”, destacó.

Y agregó: “Tratamos de sumar la mayor cantidad de puntos para escaparle a la zona baja, esta es una Copa en la que el técnico rotó varios jugadores, es importante para que se muestren, Junior (Arias) vino e hizo dos goles. Necesitamos seguir ganando para mejorar lo importante para nosotros, que son los promedios”.

Enseguida, remarcó lo que para él fueron errores del árbitro Cristian Cernadas: “El segundo gol no es falta para mí, en el primero hay un roce en la pierna de (José) Sand o de (Pedro) De la Vega y termina siendo el lateral (en la jugada previa), el árbitro se equivocó para los dos lados bastante, pero ya es historia y tenemos un viaje largo a casa”.

A propósito de ello, el guardameta se quejó por las diferencias en los kilómetros a recorrer para presentarse en los terrenos neutrales, haciendo hincapié en el compromiso en cancha de Arsenal: “La Copa Argentina tendría que organizar las cosas un poco mejor, porque Lanús queda a 15 minutos y nosotros tenemos siete horas de viaje, Atlético Tucumán juega de nuevo en Buenos Aires, Talleres también”.

Y cerró: “Que las cosas sean equitativas, este partido se podría haber jugado tranquilamente en Rosario, esas cosas tienen que ajustarse y mejorar”.