Rody Agut (59 años) lleva más de la mitad de su vida trabajando en el Turismo Carretera. Comenzó allá por 1986 de la mano del histórico Omar Wilke. “Tuve la suerte de conocerlo y que me enseñe todo lo que sé. Hoy estoy donde estoy gracias él, todo se lo debo al gordo”, le contó hace unos años a Solo TC.

Sus comienzos fueron como los de la mayoría: cebaba mates y lavaba piezas. Hasta que Wilke le abrió las puertas del mundo del TC, una categoría que seguía desde muy chico junto a su papá, que era fanático de Ford. Con el paso de los años, Rody se convirtió en un preparador reconocido en el ambiente teceísta. Y por estos días celebra su cuarto título como preparador, todos con Ford.

El primero llegó en 1993 trabajando junto a Wilke en la atención del Falcon de Walter Hernández. Veinte años más tarde consiguió el segundo, ya como motorista independiente, junto a Diego Aventín. Los últimos dos los conquistó de manera consecutiva con el paranaense Mariano Werner en 2020 y 2021.

—¿Qué valor le das a los títulos?

—No gané muchos, pero la verdad es que con el paso de los años los voy naturalizando. Es lindo ser campeón, o en este caso bicampeón, me encanta. Pero es como que lo tomo como un premio al esfuerzo y el laburo. Obvio que estoy contento, pero tampoco festejo con matracas.

El especialista, que este año además de atender a Werner preparó motores para Andy Jakos, Alan Ruggiero y Marcos Landa, entre otros, afirmó que lo que más disfruta es ganar carreras. “El éxito lo perseguís siempre porque esto es competición pura. Cada 14 o 21 días tenés que armar motores para salir a ganar. Y te confieso que lo disfruto mucho. ¿Hay algo más lindo que ganar en el TC? A mí me da mucha satisfacción”, expresó.

Rody comenzó a trabajar con Werner a partir de la temporada 2020 en reemplazo de Marcelo Machete Esteban. Y de entrada lograron construir un vínculo muy afín. “Tiene una personalidad que te motiva todo el tiempo. Cuando terminó el campeonato 2020, me llamó y me dijo: '¡Gordo, mirá que voy por el segundp título, eh! Le dije que sí, que obviamente cuente con todo lo que yo tenía a mi alcance. Y tuvimos la suerte de que todo saliera bien para poder repetir”, contó.

Agut dijo, además, que “Mariano es un ganador nato, peleador, es bravísimo. A mí me hace acordar mucho a Walter Hernández. Un tipo que se exigía y te hacía exigir. Si al motor le faltaban cinco caballos se subía al auto y ponía lo que tenía que poner para suplir esa falta de potencia. Mariano se compromete en todo el proyecto, el lunes después de la carrera te llama para buscar en qué se puede mejorar. Está atrás de todo, sabe todo lo que pasa. Y eso te lleva a que vos te subas a ese tren. Seguro en estos días me llama para decirme que el año que viene va por el tercero”.