Este sábado Patronato jugará una final ante Estudiantes de Río Cuarto. Por la 31° fecha de la Zona A en la Primera Nacional, el Patrón afrontará un duelo en el que necesita recuperar la senda de la victoria. El árbitro del partido será Lucas Comesaña, acompañado por los asistentes Mariano Ascensi y Laureano Leiva. El cuarto árbitro será Bryan Ferreyra.

Para este partido Rodolfo De Paoli introducirá variantes. La presentación ante Defensores de Belgrano no fue buena (derrota 2-1) y el equipo intentará cambiar la imagen de dicho encuentro. Es por eso que se presume que habrá tres variantes en el equipo.

Se producirían las salidas de Fabio Vázquez, Nazareno Solís y Damián Arce. El primero sería puesto por puesto, ya que entraría Nicolás Domingo a ocupar un lugar en el mediocampo. El segundo también tendría la misma tónica, porque Gastón Novero tomaría el lugar por la banda derecha; mientras que por Arce ingresaría Ignacio Russo para ocupar un lugar en la delantera y cambiar el esquema a 4-4-2.

De cumplirse estos cambios, el equipo saltaría al campo de juego con: Julio Salvá; Lautaro Geminiani, Sergio Ojeda, Cristian González, Facundo Cobos; Novero, Domingo, Jorge Valdez Chamorro, Valentín Pereyra; Russo y Enzo Díaz.

Con 34 puntos, el Patrón marcha 13° y enfrentará a un equipo que tiene por encima: Estudiantes de Río Cuarto suma 40 y está décimo en la tabla de posiciones. Todo esto pese a que en su última presentación, el equipo dirigido por Iván Delfino perdió ante Gimnasia de Mendoza por 1-0.

En ese encuentro se fue expulsado el delantero Leonardo Flores, que sería la única baja del equipo cordobés para este partido. Cumpliendo con el cambio obligado a partir del ingreso de Álvaro Pavón en lugar de Flores, Delfino sostendría el esquema 4-4-2 para intentar obtener la victoria que lo meta en zona de reducido.

La formación iría con: Franco Petroli; Gastón Arturia, Gonzalo Maffini, Santiagio Zurbriggen, Facundo Castet; Nahuel Cainelli, Nery Leyes, Francisco Romero, Nicolás Talpóne; Pavón y Mateo Bajamich.

Ambos equipos necesitan ganar, pero para Patronato comienza a ser una cuestión definitoria: si no gana quedará muy lejos del reducido y el margen de error continúa reduciéndose.