El entrerriano Leonardo Morales celebró la permanencia en Primera División con GELP y se acordó de Diego Armando Maradona. Fotos: Prensa GELP.
El entrerriano Leonardo Morales es uno de los referentes de Gimnasia y Esgrima La Pata. Durante todo el año el defensor con pasado en Belgrano, Atlético Paraná y Patronato sufrió la presión de competir por la permanencia en la Liga Profesional. Sufrió hasta el último segundo, pero logró el objetivo luego de ganarle a Colón de Santa Fe por 1 a 0 con gol de Nicolás Colazo.
“Los utileros ubicaron fotos en el vestuario de nosotros cuando éramos chicos con frases motivacionales como ‘nunca olvides tu camino’. Quizás quien no es tan positivo le puede restar importancia, pero en mi caso a esa frase la leía entre cinco y diez veces antes de salir a la cancha. Me acordé de cada paso que di para llegar a Primera División. Usé esa frase a favor para motivarme y salir con más ganas a jugar el partido”, expresó el capitán del Lobo en declaraciones a Uno Entre Ríos.
Haber asegurado la plaza de Gimnasia en la Liga Profesional le permite a Morales realizar un balance de lo vivido en 2023. “En lo personal me sentí bien, fue un buen año, pero en lo colectivo fue muy duro”, sintetizó, a modo de introducción.
“En la primera etapa del año lo afrontamos con muchos chicos del club. Era un desafío muy lindo y duro que en su momento salió bien. Después en la segunda parte de la temporada se nos complicó, más allá de que se sumaron jugadores de jerarquía. Hubo partidos que se nos escaparon de la mano. Esto nos llevó a jugar un desempate”, revivió.
El cotejo ante Colón era decisivo. Era de esas historias donde no existe un mañana. El triunfo significaba un desahogo enorme. La derrota era la condena a retroceder un nivel. “Fue el partido más duro que me tocó jugar en mi carrera”, describió el capitán del Lobo.
“Nos habíamos preparado para zafar del descenso contra Banfield porque nos alcanzaba con sumar un punto, pero perdimos”, lamentó. “La semana fue eterna, no pasaban más las horas. Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza. Reviví el camino que transité, lo que me costó llegar a Primera División y en 90 minutos podía perder todo. No sabía qué podía pasar si llegábamos a descender”, narró.
A ese pensamiento se sumó el dulce presente que está viviendo Estudiantes, el clásico rival de Gimnasia, que disputará la final de la Copa Argentina. “Todo afecta”, subrayó. “Lo que más lástima me daba era la gente de Gimnasia, porque es de las hinchadas más fieles que he conocido. A pesar de que no se dan los resultados siempre llenan la cancha. Particularmente me quieren muchísimo y es como quería retribuirle el cariño que me brindaron, dejando a Gimnasia en Primera División”, amplió.
Competir todo el año con la soga al cuello fue un obstáculo que Morales logró sortear. “Fue difícil convivir con la presión, y más en lo personal, porque fui el capitán y referente, eso es una presión extra”, catalogó. “Si nos íbamos al descenso el que quedaba más marcado era el capitán. Sabíamos que nos jugábamos la historia del club. Si descendíamos como está el campeonato de la Primera Nacional iba a ser muy difícil volver pronto”, completó la idea.
Esa presión la transformó en una fuente de motivación. Esta postura le permitió celebrar sobre el final. “Siempre intento ser positivo. De las cosas malas trato de obtener buenas cosas. No quiero volver a pasar por esta situación porque fue muy desgastante. Por eso cuando el árbitro decretó el final nos quebramos con muchos de mis compañeros. Era mucha la presión que teníamos”, reiteró.