Alto empresario
Sergio Avero fue un hombre de extrema confianza del caudillo radical Sergio Montiel durante su segundo mandato. El ex fiscal de Estado fue el ingeniero jurídico de muchas polémicas decisiones de la anterior gestión y hasta generó escozor en el bustismo cuando dejó entrever que pretendía quedarse en el cargo los siete años por lo que la Cámara de Senadores le había dado acuerdo. Sin embargo, finalmente dio un paso al costado y volvió a dedicarse a la actividad privada, a sus hijos y a su pasión por el rugby, aunque desde fuera de los escenarios. Pero en los últimos días, su nombre apareció como socio de la empresa Altos de La Toma Sociedad Anónima, que comparte con el ex empresario de distintos boliches bailables paranaenses, Alejandro Sonnaillón. La firma se constituyó el 11 de octubre de 2006, fijó domicilio en calle Colón 72 de la capital provincial y tiene un plazo de duración de 50 años. Altos de La Toma tiene por objeto social “la proyección y/o construcción de total o parcial de inmuebles, proyecto y realización de obras y trabajos de arquitectura de todo tipo, actuando como proyectista, empresaria, contratista o subcontratista de obras en general”; pero también prevé el desarrollo de actividades inmobiliarias, como “compraventa, arrendamiento y administración de bienes urbanos y rurales, la subdivisión de tierras, urbanización”. Además, el acta de constitución prevé la realización de operaciones financieras; el desarrollo de actividades agropecuarias, como “cría de ganado, invernada, lechería, granja, importación, exportación de ganado en pie y/o faenado y/o despostado, siembra, cosecha, distribución y venta de granos gruesos y finos, acopio y venta, intermediación en la compraventa de cereales en general, vacunos, equinos, porcinos y ovinos, incluso consignación de los mencionados bienes y venta de insumos para el campo”.
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El juego de la silla
Tras las elecciones del 18 de marzo parece más claro cada día que se trató de una interna del PJ, y una vez concluido el comicio, los que disputaban diferentes lugares en un colectivo sin butacas para todos, vuelven a reubicarse para tratar de estar cómodamente instalados. La metáfora de las butacas -o del juego de la silla- es bastante ilustrativa. Así es que muchos de los que estaban enojadísimos con el gobernador (a fin de cuentas, el que decide quién se queda con un lugar y quién pierde su silla) ahora se amigaron y todos sonríen. A ese grupo se sumaron casi de inmediato los Cresto, la familia concordiense que salió a disputarle a Busti aliándose con Julio Solanas -nada menos que compartiendo Enriquito la fórmula para la Gobernación-. Sorprendiendo a propios y extraños, el actual diputado provincial se fotografió inaugurando viviendas con el hasta hace poco odiado mandatario.
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Más vale tarde
El último fin de semana se presentó en Paraná la obra La duda, interpretada por Fabián Vena y Gabriela Toscano. La pieza teatral de Patrick Shanley, ganadora del Premio Pulitzer, cuenta una historia que se sucede en una escuela primaria católica a partir de que la directora detecta actitudes que le hacen sospechar que el sacerdote más popular y progresista de la parroquia, que dicta clases a un grupo de niños de séptimo grado, ha intentado abusar de un alumno. Como no podía ser de otra manera, el Teatro 3 de Febrero estaba con un muy buen marco de público: Plateas y Palcos agotados, y en menor medida Tertulia y Paraíso. Y tal como ocurre habitualmente, el Palco Oficial estaba completo. Allí sobresalía la figura del viceintendente municipal, Jorge Baigorria, que llegó acompañado por su esposa, ocupando los primeros asientos.
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Luces y sirenas
Es común en el ámbito de la salud pública la contratación de los servicios de clínicas que prestan servicios que no pueden atenderse en los hospitales estatales. De hecho, eso está regulado y es común realizar contrataciones directas por tratarse, generalmente, de montos escasos; aunque también a veces se presta para favorecer a las corporaciones médicas a las que responden algunos funcionarios, como sucedía especialmente en la gestión de Graciela Degani al frente del Ministerio de Salud y Acción Social.
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