Silvio Méndez
La construcción de un nuevo enlace entre las áreas metropolitanas de las ciudades de Paraná y Santa Fe fue una idea que se empezó a barajar casi desde el mismo momento en que fue inaugurado el Túnel Subfluvial, previendo a largo plazo algunas limitaciones que entonces ya eran tenidas en cuenta. Pero lo cierto es que el proyecto de realizar un puente ferrovial comenzó a ser impulsado con mayor fuerza recientemente. Para dar aval a las intenciones, en septiembre del año pasado, el gobernador Sergio Urribarri puso al tanto a la Presidenta Cristina Fernández de los avances en torno a este plan que principalmente es impulsado desde la provincia dentro de la acciones en común de la Región Centro.
En otro paso más, en febrero de 2010 Urribarri firmó junto a legisladores, intendentes y presidentes de juntas de gobierno del departamento Paraná, una declaración de apoyo a los trámites para lograr la nueva conexión física, y en marzo, comenzaron los estudios de factibilidad financiados por el BID “con costo cero para las provincias”, si indicó oficialmente. Esta gestión se confirmó en septiembre pasado, cuando se suscribió un acuerdo para conformar un comité ejecutivo con equipos técnicos de las dos provincias y una agenda de trabajo para avanzar hacia el enlace Paraná – Santa Fe. En este último encuentro participaron Urribarri, su par Hermes Binner, junto a los equipos técnicos. Fue en esta ocasión que el gobernador entrerriano confirmó la disponibilidad de “más de 3 millones de dólares para los primeros trabajos de preinversión” que aportarían organismos de crédito internacionales con los cuales se había tomaron contacto, dijo el mandatario.
Entre tanto, desde el Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios de la provincia se fueron delineando algunas trazas que ubican posibles cabeceras a ambos lados del río Paraná, cuatro en total. De los esbozos dados a conocer, algunos fueron casi descartados de plano y otro, el que tendría mayores chances de ser impulsado por el gobierno entrerriano, precisamente alzó algunas objeciones en la otra orilla. El Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil de Santa Fe (CPIC), en julio, alertó sobre una de las propuestas entrerrianas. Se trata de la que tiene como uno de puntos de contacto el que se encuentra a la altura de Aldea Brasilera, a unos 23 kilómetros al sur de Paraná, y el otro al sur de la localidad de Sauce Viejo, a pocos kilómetros también al sur de la vecina capital. Esta traza es impugnada porque la misma supondría terraplenes que podrían aumentar los riesgos de inundaciones en territorio santafesino y afectarían humedales protegidos. La alternativa de la entidad profesional se inclina por una línea aguas arriba del enlace subfluvial, sobre el cauce principal del río, y con un lazo hacia la ruta nacional 168. Pero precisamente esta opción es resistida porque congestionaría la vía existente, cuando una de las pretensiones es desahogarla para establecer otros caminos que circunden los centros urbanos.
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