Soledad Comisso
-¿Cómo le cambió la vida la actividad legislativa?
-Me cambió bastante porque tengo que viajar mucho a Paraná. En el departamento se viaja, pero lo más complicado es ir a la capital provincial. Y yo no me quedo allá por mis chicos. Incluso, tuvimos sesiones que terminaron después de la medianoche y me he vuelto a casa porque no puedo estar lejos de ellos. También me cambió mucho en que tengo que estar leyendo mucho y estudiando porque si tenés un proyecto necesitás saber bien de qué se habla. Hay que leer bastante y estar un poco más enfrente de la compu, a la que era un poco reacia… Pero estoy adaptándome aún.
-¿Continúa trabajando en la Fundación Carlos Fuertes?
-Soy presidenta de la fundación y sigo trabajando en eso porque me gusta mucho. Tengo una relación con la gente que me encanta y es un trabajo que no pienso dejar. Trabajamos con gente que necesita microcréditos y que tiene muy pocos recursos. Eso crea un vínculo muy lindo con la gente. Es maravillosa la experiencia cuando vienen y me cuentan lo que pudieron hacer con el microcrédito, porque uno también aprende de ellos.
-¿Cómo comenzó su militancia?
-Yo soy afiliada desde muy joven porque vengo de una familia peronista. En un principio era peronista por tradición y de grande por convicción. Uno se va nutriendo de eso y hoy estoy convencida de lo que siento por el partido.
-¿Y su infancia cómo fue? ¿Qué recuerdos tiene?
-Nací en Villaguay y tengo un solo hermano mayor. Tuve una familia pequeña con mi mamá, que era ama de casa, y mi papá, que fue panadero toda su vida. Recuerdo que mi infancia fue muy tranquila y feliz. Lo que más me gustaba era ir al campo donde estaban mis abuelos.
-¿Cómo fue hacer la secundaria en una escuela técnica?
-En esa época éramos muy pocas mujeres en ese tipo de establecimientos. Pero yo seguía los pasos de mi hermano mayor y cómo él había ido a la escuela técnica yo me inscribí ahí. Mi mamá no quería saber nada con que siguiera en esa escuela, pero finalmente accedió. Me recibí de maestra mayor de obras y en mi promoción de 1987 fui la única mujer egresada.
(Más información en la edición 970 de la revista ANALISIS)