Álvaro Moreyra
El presente económico del país invita a poco. El optimismo no forma parte de la jerga diaria de los argentinos que, en su inmensa mayoría, navega en la incertidumbre.
Un análisis escueto de la tormenta que atraviesa el país dirá que no hay indicador que marque positivo para el gobierno nacional. La fuga de capitales es moneda corriente, de la mano de una impresionante bicicleta financiera.
Y en el mientras tanto están los mortales, los del día a día.
Algunos se fueron cayendo del plato con el correr de los meses, otros luchan por no hacerlo, algunos están más o menos holgados y claro, otros, no paran de enriquecerse.
Para alguno que comienza a peinar sus primeras canas esto parece moneda corriente, pues cada tanto aparecen estos problemas que golpean, duramente, en el argentino medio. Prácticamente nadie está exento del impacto, hay pocos que pueden vanagloriarse frente este tipo de situaciones, pero los hay.
Y en el deporte pasa más o menos lo mismo. No importa la disciplina, hay deportistas que la pasan mejor, otros peor y otro tanto decididamente mal, lejos de lo que más aman. Las razones son diversas, eso es cierto, pero también lo es que la mayoría queda al margen por la misma cuestión: la falta de presupuesto.
Como en la vida misma, haciendo foco en el automovilismo, algunos pueden, otros no tanto, y para el resto es imposible juntar el dinero mínimo para competir a lo largo de un año.
De hecho, hasta a algunos pilotos de elite se les complicó juntar la plata suficiente como para correr y además estar entre los principales puestos para así generar mayores sponsor que les den un respiro y llegar con un poco de alivio al final del año.
Aquí, bien cerca, un piloto entrerriano padece la dura realidad que atraviesan varios: Hernán Satler.
El paranaense nació el 27 de noviembre de 1992 y desde los cuatro años se subió a un karting. En 2012 ya saltó a los monopostos y al año siguiente escaló al plano nacional para arrancar su recorrido en el final de 2013 en la Fórmula Renault. En la categoría escuela del automovilismo argentino corrió varios años y en 2017 se consagró como el mejor.
Pera esas luces quedaron en el olvido, al menos por ahora. No tuvo más remedio que despedirse, momentáneamente, del rugir de los motores.
De campeón, a bajarse del auto
En las últimas horas del año pasado el paranaense Hernán Satler recibió la confirmación que esperó durante prácticamente dos semanas: finalmente se consagró campeón de la Fórmula Renault, la categoría escuela del automovilismo argentino.
(Más información en la edición gráfica número 1082 de la revista ANALISIS del jueves 26 de julio de 2018)