Música

Lanzallamas trae canciones vestidas de rock y delicadeza

Edición
1163

Por G. G. d. R.

La banda paranaense Lanzallamas viene de presentar su segundo disco, “Vuelvo y Busco”, una obra que refleja madurez, homenajes y emociones. Silvio Godoy, cantante y compositor, habla de la evolución del grupo, de la centralidad de las letras y de los sueños que los impulsan hacia adelante.

En el mapa musical de Paraná, Lanzallamas se enciende como una de las propuestas que ha venido creciendo en los últimos años. La historia comenzó poco antes de la pandemia, casi como un juego, cuando Maximiliano Elberg invitó a Silvio Godoy a armar una banda para grabar un disco. “Maxi me mostró las primeras cuatro o cinco canciones que tenía y me gustaron mucho, tanto la música como la posibilidad de concretar un proyecto a largo plazo. Finalmente, hoy ya son dos discos y un simple”, dice Godoy a ANÁLISIS.

La banda se consolidó con una formación numerosa y diversa: Jeremías Maccarone en batería, Silvio Bría en bajo, Edmundo Bellman en guitarras eléctrica y acústica, Maximiliano Elberg en guitarra y composición de gran parte de los temas, Mariano Zacarías en guitarra eléctrica y en la producción integral —responsable de la grabación, mezcla y masterización en su estudio Perro Melón—, y Silvio Godoy en la voz y en parte de las letras.

Los primeros pasos no fueron fáciles, ya que la pandemia interrumpió ensayos, postergó grabaciones y obligó a reorganizar agendas. “Al ser tantos integrantes, cada uno con su vida, coordinar horarios era un trabajo en sí mismo. Pero poco a poco lo fuimos sacando adelante. La banda se fue afianzando en las presentaciones, y eso nos ayudaba a mantener vivo el proyecto. Empezamos a disfrutar cada vez más y eso se convirtió en un motor para seguir”, afirma Silvio.

 

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1163, del día 21 de agosto de 2025)

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