Banda entrerriana

Factor Fun, 25 años de unión y amor por la música negra

Edición
1167

Por Gabriela Gómez del Río

Hay historias que empiezan de manera inesperada. El nacimiento de Factor Fun, allá por el 2000, fue un encuentro entre músicos que venían de otros caminos y que, sin saberlo, estaban por abrir una etapa larguísima en la música entrerriana.

“La banda la forma Peter Palacios, que es un guitarrista que venía de tocar con Acólitos Anónimos, y se juntó con ‘Ricky’ Rodríguez, con la idea de hacer una banda de covers de clásicos del funk, sobre todo, y el soul”, recuerda Sebastián Chilotegui en diálogo con ANÁLISIS. Los primeros ensayos, los primeros arreglos y el debut inolvidable en Cangrejo, en Bajada Grande, quedaron grabados como un punto de partida. El nombre surgió como una declaración de intenciones. “El nombre viene porque es factor diversión. Fan es diversión, pasarla bien, buena onda en inglés”.Era eso. Factor diversión. Un impulso simple, que todavía hoy está intacto.

Con el correr de los años, los covers quedaron atrás y surgieron las primeras composiciones propias. Pero algo permaneció desde el inicio: una afinidad profunda con la música negra. Funk, soul, groove. Ese pulso que unió a sus integrantes incluso cuando todo alrededor cambiaba.

“Lo que nos mantiene unidos es la pasión por la música principalmente y por la música negra, eso es lo que nos mantiene unidos”, dice “Chilo”. La amistad entre él, Mariano Rochi y Ricky es el otro hilo que resistió. Los tres, en distintos momentos, vieron pasar una larga lista de músicos por la banda. “Ha pasado una cantidad de guitarristas, trompetistas, coristas, saxofonistas, eso es lo que más ha cambiado en estos 25 años”.

La rotación, con los años, dejó una enseñanza. “Quien no quiere estar en la banda, es mejor que se vaya”. Un aprendizaje simple y duro a la vez, en un proyecto tan largo, la pertenencia solo funciona si hay ganas, convicción y deseo de estar ahí.

Y también está lo otro que ilumina, el aporte de energías cuando llegan los nuevos. “Nos pasa con el guitarrista nuevo que cuando lo llamamos se puso recontento y nos sigue agradeciendo”, destacó Sebastián.

La autogestión, un gran desafío

Sostener una banda independiente desde Entre Ríos durante 25 años implica, además del talento, una cuota enorme de administración paciente. “El desafío grande sigue siendo y fue la autogestión”, resume Chilotegui. Conseguir las fechas, poner un caché, evitar el trabajo “a porcentaje”, defender el valor del laburo propio.

Esa lógica marcó un ritmo lento pero firme. “Los discos salen casi 10 años, o por lo menos cinco, porque hay que juntarla la plata”. Cada producción implicó ahorro, espera, insistencia. Y también la búsqueda permanente de músicos para completar la formación: “Sobre todo los vientistas siempre es un problema, conseguir músicos que quieran estar y comerse todo el viaje de una banda”.

La autogestión dejó anécdotas insólitas, muchas de ellas ligadas a las giras. “Cuando viajásvas a donde te alojan. Nos hemos encontrado con dormir en un sofá, o sobre una frazada, o sobre un colchón pelado o con bolsa de dormir”. Es la historia de tantas bandas del interior, con hoteles inciertos, colchones finitos, frío, calor y al día siguiente un show que lo justifica todo.

 

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1167, del día 18 de diciembre de 2025)

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