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Bahillo: “El resultado en Entre Ríos, en el contexto nacional, lo considero una buena a muy buena elección"

El diputado provincial oriundo de Gualeguaychú, dirigente y referente del peronismo entrerriano, Juan José Bahillo, realizó una primera reflexión acerca del resultado electoral del domingo pasado donde la oposición sufrió una amplia derrota con el oficialismo, que unificó las propuestas del presidente Javier Milei y el gobernador Rogelio Frigerio. Afirmó que “no hay que dramatizar estos resultados”. En diálogo con el programa El Séptimo Día (Radio Plaza) de este domingo, cuestionó que “es muy difícil consensuar cuando no te reconocen como espacio político” y acerca de la posible reforma jubilatoria dijo: “Me resisto a que los números de la provincia cierren sobre la base del ajuste”.

—¿Cómo ha sido esta semana para usted y el peronismo entrerriano tras la nueva derrota?

—Como todas las semanas posteriores a las elecciones, es una semana de reflexión y de análisis, independientemente del resultado. Uno, si le fue bien, más o menos o mal, tiene que hacer un análisis. Nosotros, los que tenemos más experiencia, y en el caso nuestro que nos tocó en esta oportunidad perder, no dramatizamos este tipo de resultados. El resultado en Entre Ríos, dentro del contexto de la elección nacional, yo la considero una buena a muy buena elección. Se llegó al 35% en un contexto donde la ciudadanía eligió darle un nuevo respaldo al presidente Milei.

Acá creo que hay dos cuestiones. Las elecciones intermedias para el peronismo en Entre Ríos nunca fueron fáciles. Yo participé ya en el 2017 y tuvimos más o menos la misma performance. En el 2019 se obtuvo un triunfo, y en 2009 y 2011 pasó lo mismo. Por eso yo considero que no hay que dramatizar estos resultados, porque por experiencia personal me ha tocado participando ganar y perder, y en dos años se dan vuelta los resultados.

En cuanto al resultado del gobierno nacional, que obviamente ganó y hay que reconocerlo, tiene un efecto mayor al que realmente plasmaron las urnas. Había una expectativa de derrota o de empate, o de ganar por un par de puntos, pero se ganó por alrededor de ocho puntos a nivel nacional. Si vas a la cantidad de votos que sacó el gobierno nacional, con una participación de alrededor del 67% (hubo un ausentismo del 10% con respecto a otras legislativas nacionales), y lo extrapolás a una elección general que anda entre el 80 y el 82%, la cantidad de votos que sacó es el 30 o 32% de los 35 millones de argentinos habilitados para votar. Estaba escuchando un reportaje al presidente en una radio nacional donde él decía que dos tercios de los argentinos convalidaron al gobierno nacional a través del voto. Creo que es un razonamiento inválido. Dos tercios es el 60%, y no llegaron a esa cifra. Yo diría que uno de cada tres lo convalidaron. Lo que pasa es que en el arco opositor hubo más dispersión y una falta de participación muy grande. Los números para el gobierno nacional eran el 30-32%. Ganó, hay que reconocerlo, pero tampoco es que fue un triunfo arrollador. Yo creo que la gente decidió darle una oportunidad más para continuar con sus políticas.

—Se mantiene el peronismo en eso del 35% del electorado. Para que puedan llegar al resto de la población ¿depende más de lo que haga el peronismo a nivel nacional, o principalmente lo que hagan en la provincia?

—Yo creo que las dos cosas, sobre todo cuando las elecciones generales van desde las autoridades nacionales hasta las provinciales. A mí no me gusta simplificar los resultados de las elecciones ni tampoco las propuestas. Creo que hay varias razones por las cuales la gente decide su voto. A veces se lo simplifica en una o en dos: "se ganó por esto o se perdió por esto". El contexto siempre es importantísimo. Si las familias argentinas entienden que el gobierno nacional a lo largo de cuatro años les ha mejorado su situación personal, la gente convalida la continuidad de esos proyectos políticos. Si entiende que ha habido un retroceso en su calidad de vida y en las expectativas de su proyecto de realización personal, lo castiga al gobierno y elige otras opciones. Eso pasó con Macri, eso pasó con nuestro gobierno de Alberto Fernández, y se verá en el 2027 qué pasa.

Hoy el indicador nos da que no hay sector de la economía entrerriana que no esté peor que en el año 2023. Todos los sectores están con una caída en el nivel de actividad. No hay ninguna economía regional de nuestra provincia ni actividad principal que haya mejorado. Lo único que ha mejorado algo son el sector energético, que ya venía con políticas muy activas, algo de la minería, muy poco, y el sector financiero. Después, todo lo que es producción primaria, las cadenas de valor, la agroindustria, la capacidad instalada, el nivel de consumo, el nivel de empleo, todos tienen tableros o indicadores negativos. No obstante, la gente optó por darle continuidad valorando la baja de la inflación, que fue algo que logró el gobierno. Me parece que lo que la gente amerita o toma como atributo para la decisión del voto en el 2027 es muy distinto que en unas legislativas. Ahí va a evaluar su situación personal y qué confianza le generan las propuestas y los candidatos en el 2027, y qué evaluación hace de la gestión del presidente Milei.

—Si un entrerriano lo para en la calle y le pregunta “¿por qué perdieron en la provincia?” ¿Usted qué le contestaría?

—No podemos dejar de evaluar el contexto nacional. No podemos desprender a la provincia de ese humor y de ese contexto a la hora de votar, y el electorado entrerriano se comportó en ese sentido. Yo creo que este 35-37% que estamos teniendo nos da un tercio aún en contextos que no son favorables para nuestro espacio político. Nos da una potencialidad de voto importante. En todo caso, lo que sí tenemos que mejorar entre todos. Creo que (Guillermo) Michel y (Adán) Bahl hicieron una muy buena campaña, trabajaron muy bien, pero no fue suficiente. El problema no fue ni los candidatos ni cómo se llevó adelante la campaña, sino que la limitante la puso este clima que se vivió a nivel nacional.

Para ir a algo provincial, ya pensando en una ejecutiva, me parece que tenemos que trabajar más desde el peronismo el vínculo con todos los sectores de la sociedad entrerriana y construir las propuestas en base a la situación de cada sector: el trabajador, la pyme, el comerciante, el prestador turístico, el industrial, las cadenas agroalimentarias, los trabajadores de la salud y los docentes. Tenemos que tener una instancia anterior, bajo las premisas del peronismo, que es más escucha, más cercanía con los sectores, más diálogo. Y a partir de ese diagnóstico, hacer las propuestas confiables y creíbles con candidatos que también sean confiables. Creo que tenemos que acercar más la política, el peronismo por lo menos, a la gente, pero partimos de un muy buen piso.

—Se viene ahora la discusión de la reforma jubilatoria en la provincia que propone el gobierno de Frigerio. ¿La van a apoyar o van a estar abiertos a la discusión?

—Vamos a ver. Yo me resisto a que los números de la provincia cierren sobre la base del ajuste, como ha hecho el gobierno nacional, sobre la base del ajuste de los jubilados, de los sectores medios o de los sectores bajos. El ajuste para enfriar la economía y para generar recesión no lo pagó la casta ni los grandes sectores financieros; lo pagó transversalmente, el 90% de la sociedad se empobreció. Si el gobierno provincial, que en muchos casos lo ha replicado, lo quiere volver a replicar a nivel provincial, yo adelanto mi opinión. Es una decisión de bloque y hay que analizar, pero no creo que acompañemos una propuesta de estas características.

No obstante, estamos abiertos al diálogo. Nunca hemos sido convocados tampoco para el diálogo. Llevamos casi dos años de gobierno. No hemos sido convocados por el ministro de gobierno, ni por el gobernador de la provincia, ni por el secretario general de la gobernación. Es muy difícil consensuar cuando no te reconocen como espacio político.

A mí lo que me preocupa, porque esto es nuevo en la política entrerriana, es que de los cinco legisladores que ingresaron por el oficialismo en Entre Ríos por Frigerio, cuatro no responden a él. Cuatro responden al gobierno nacional directamente a Milei, salvo (Darío) Schneider. Su compromiso es con el gobierno nacional, no es con el gobierno provincial. De los cinco que ingresaron, cuatro van a acompañar al gobierno nacional en detrimento del gobierno provincial en caso de tener controversias. A mí me preocupa la defensa de los intereses de los entrerrianos y del gobierno provincial. No van a tener quién los defienda en el gobierno nacional.

—Se vienen las discusiones en el Congreso de la reforma impositiva, laboral y penal. ¿Usted cree que tiene vía libre, en este contexto, el gobierno para avanzar, o hay cierto consenso?

—Yo creo que nuestra obligación como funcionarios públicos, con calidad legislativa, es analizar los temas. No tenemos que ser cerrados u obtusos de negarnos por negarnos. Sí tenemos que tener en claro qué intereses defendemos y qué convicciones tenemos.

Yo entiendo que se necesita una reforma impositiva, en eso coincido. Pero hay que ver qué reforma impositiva, porque las pocas reformas impositivas que ha hecho este gobierno ha gravado más a los trabajadores y los sectores medios. Por ejemplo, eximió a los inmuebles que están en el exterior que no están afectados a los procesos productivos de bienes personales. Es decir, ahí eximió a las grandes fortunas. Hay que ver quién paga el costo de la reforma impositiva. Si lo pagan los trabajadores, los comerciantes, las PYMES y los sectores medios, obviamente nuestro espacio no va a acompañar. Una reforma impositiva tiene que tender a simplificar. Hay que simplificar en cuatro o cinco impuestos. Debo reconocer que esto lo tiene muy bien estudiado Guillermo Michel. Esas reformas tienen que tener un carácter de progresividad en el pago de los impuestos; es decir, que paguen más impuestos quienes más capacidad de pago tienen. Hoy la disputa es llegar con un salario a la canasta básica.

En cuestiones de modernización laboral, hay que ver de qué están hablando. Dejan algunos huecos. Dicen: "se van a conservar obligatoriamente las 12 horas de intervalo" entre que termina la jornada laboral y empieza la siguiente. Nos están faltando 12 horas. ¿Qué va a pasar en esas horas? ¿Van a trabajar 8 horas o van por las 12 horas de trabajo? Yo creo que se tienen que replantear algunas cuestiones de los esquemas laborales, de los convenios colectivos, de la ley de contrato de trabajo. Yo no estoy cerrado a replantear esas cuestiones, sobre todo las que tienen que ver con la estratificación de las empresas y de los trabajadores. Hay empresas multinacionales con carácter predominante que pueden pagar determinados salarios o impuestos al salario que las PYMES y los pequeños comerciantes no lo pueden pagar. Las cargas sociales, las cargas patronales, son las que tienen que diferir, no el ingreso del trabajador. Las cargas impositivas que se relacionan con el trabajo tienen que ser mucho menores para las pequeñas y medianas empresas. Lo que hay que tener en claro es quién paga el costo, y si el costo lo van a pagar los sectores medios y más vulnerables, obviamente que nuestro sector no lo va a acompañar.

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