William Franklin Graham III es un evangelista y misionero estadounidense.
Sergio Rubin
Al igual que Donald Trump, Javier Milei parece sentirse más cómodo con los evangélicos que con los católicos. Es lógico: la mayoría de los integrantes de las iglesias evangélicas de los Estados Unidos y de la Argentina tienen posiciones conservadoras en materia de familia, sexualidad y bioética -entre otros aspectos- que coinciden con las de ambos presidentes.
Pero la realidad religiosa de sus países es diferente. En Estados Unidos las iglesias evangélicas son mayoría y las más conservadoras son en cantidad de fieles relevantes y habitualmente apoyan a políticos republicanos. En cambio, en la Argentina la mayoría se declara católico y el perfil ideológico del clero y los fieles es muy variado.
No obstante, es indudable que Milei le puso el ojo a sus compatriotas evangélicos y en alguna medida está siendo cada vez más correspondido. De a poco, ciertos pastores se van sumando al Congreso de la Nación, más allá de que la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas aclara que la militancia partidaria es personal, no institucional.
Lo novedoso es que empieza a haber una confluencia evangélica entre los republicanos estadounidenses y los libertarios argentinos a partir de la venida al país el próximo fin de semana del pastor Franklin Graham, hijo del mítico Billy Graham, ya fallecido, para predicar en dos multitudinarios encuentros en el estadio de Vélez.
Franklin Graham pronunció una invocación religiosa tanto en la primera asunción presidencial de Trump, en 2017, como en la segunda, en enero de este año, convocado por el magnate, lo que revela no solo una preferencia del presidente norteamericano por él, sino que también confirma su sintonía con líder el republicano.
De hecho, Graham considera que Dios eligió a Trump para ser el presidente. “La bala que le atravesó la oreja pasó a un milímetro del cerebro y creo que en ese instante Dios giró su cabeza y le salvó la vida”, dijo sobre el atentado que sufrió en 2024 en Pensilvania cuando un francotirador le disparó durante un acto.
No obstante, Graham es crítico de aspectos de la vida personal de Trump como las acusaciones de conductas sexuales inapropiadas, de haber pagado sobornos y cometido fraude fiscal -que el magnate atribuye al supuesto propósito de perjudicarlo políticamente- y que dieron paso a resonantes juicios.
Pero Graham lo exculpó apelando como buen pastor a los evangelios. “Recuerdan cuando Jesús le dijo a la multitud: "El que esté libre de pecados que tire la primera piedra, y que poco a poco toda la audiencia comenzó a desaparecer". Todos hemos pecado”, respondió al ser consultado si un cristiano puede votarlo.
Defensor de un mayor control de la inmigración en los Estados Unidos, aunque menos severo que Trump, Graham es un férreo opositor al aborto -lo califica como un infanticidio-, rechaza el matrimonio entre personas del mismo sexo y considera a la homosexualidad como “un pecado”, por lo que fue acusado de intolerante.
Como presidente de la asociación Samaritan’s Purse, realiza una vasta obra solidaria en el mundo asistiendo a víctimas de guerras, desastres naturales, enfermedades y carencias materiales. Por caso, envió ayuda alimentaria a Ucrania y Gaza y realiza anualmente el programa de regalos navideños para niños de países pobres.
Los organizadores procuran quitarle voltaje político a la visita de Graham. Dicen que miles de cristianos están orando por el éxito del encuentro, para el que ya se anotaron más de 50 mil fieles que llegaran en un millar de micros. Y difundió declaraciones del propio pastor en las que parece tomar distancia de lecturas políticas.
“Muchos están preocupados por las elecciones o las difíciles circunstancias de sus vidas. Quiero que la gente de esta gran ciudad sepa que las respuestas a los problemas de la vida no se encuentran en una religión, un partido político, un trabajo o una relación, sino solo poniendo nuestra fe y confianza en Jesucristo”, afirmó.
De todas maneras, en el Gobierno celebran la coincidencia de visiones con Graham y, por extensión, con buena parte del mundo evangélico vernáculo, a la vez que se esfuerzan por encontrar un espacio en la agenda de Milei para que reciba al pastor a su vuelta de la breve visita que realizará a mediados de semana a Miami.
En cambio, Milei todavía no recibió a la cúpula de la Iglesia católica, que hace ya casi un año le pidió una audiencia para los tradicionales saludos navideños al presidente de turno, como acaba de señalar el secretario general de la Conferencia Episcopal -que agrupa a todos los obispos del país-, monseñor Raúl Pizarro.
“Tenemos la costumbre, la tradición para Navidad, de ser recibidos por el presidente, pero ahora eso no ocurrió y no nos dieron muchas explicaciones”, dijo Pizarro en declaraciones a la cadena católica Radio María. Señaló que el único contacto con el gobierno fue “una charla presencial con el secretario de Culto, Nahuel Sotelo”.
Pizarro contó que las autoridades de la Conferencia Episcopal recibieron en el último año a “políticos, empresarios, sindicalistas, gente de buena voluntad preocupada por el país que quieren que se ejercite el diálogo y la búsqueda de acuerdos, y muchos nos piden si podemos hacerles de puente con senadores, con diputados…”
Pero lamentó que “después todo eso queda en las paredes del Episcopado y no se traduce en la esfera pública porque no tuvimos hasta ahora ninguna puerta abierta” en el gobierno. No obstante, manifestó su esperanza de que esa falta de receptividad “empiece a cambiar tras las recientes elecciones legislativas”.
“Es claro que (en el gobierno) no tuvieron mucho interés de dialogar, pero no solo con nosotros, con la Iglesia católica, sino con múltiples espacios, porque tenían un rumbo marcado y prefirieron avanzar solos en la dirección que se propusieron, pero parecería que ahora comienza otro momento”.
Un funcionario que puede ser clave en el futuro de la relación del gobierno con la Iglesia católica y en la armonización con los evangélicos es el secretario de Culto. La continuidad de Nahuel Sotelo está en duda porque el 7 de septiembre fue elegido diputado en la provincia de Buenos Aires.
Hombre de Santiago Caputo, hoy en baja en el oficialismo a expensas de Karina Milei, quien eventualmente lo suceda, deberá evitar el deterioro en la relación con el Episcopado de cara a un nuevo año en el que muy probablemente vendrá al país el sucesor de Francisco, León XIV.
(*) Esta columna de Opinión de Sergio Rubin fue publicada originalmente en el portal de la señal de TN.


