“Homicidio en ocasión de robo”, reza el título de la causa que busca determinar qué ocurrió, el 25 de mayo pasado, en el presunto intento de asalto seguido de muerte del ingeniero químico y productor ganadero Pascual Viollaz, de 80 años.

Entrevistado desde El Entre Ríos, el fiscal Alejandro Perroud, confió: “Falta bastante todavía, pero lo que hay hasta ahora viene, por lo menos, sosteniendo la hipótesis inicial, que no ha variado”. Mientras tanto, el peritaje de los elementos secuestrados no se detiene y, en los últimos días, se produjo un nuevo allanamiento en la zona rural.

Una encomienda se convirtió en “una pieza clave” de la investigación, en el marco de un caso lleno de aristas: varias ciudades y numerosos miembros de una banda que, de acuerdo a los tiempos procesales, podrían llegar a ser sometidos a un histórico “Juicio por jurados”.

En la investigación se hicieron cinco allanamientos simultáneos en diferentes ciudades, que derivaron en personas detenidas y varios elementos secuestrados. “Todos los elementos que se hallaron en el lugar del hecho y donde se encontró la camioneta de Viollaz, más todo el material que se secuestró en los distintos allanamientos, todavía no se terminó de procesar”.

El fiscal consideró que “al ser muchos imputados, se vuelve una causa muy compleja porque hay evidencias de toda clase, lo cual requiere procesarlo desde distintas disciplinas científicas: montones de teléfonos celulares y chips, GPSs y todo lo que es la parte informática; hasta material genético”. “También, se trabajó con muchas cámaras de seguridad que se fueron relevando, prácticamente, en toda la zona. Y el entrecruzamiento de llamadas, que es muy complejo: las celdas que las captan en el lugar del hecho y las que tienen influencia sobre donde se encontró la camioneta, son miles porque se toma un radio de varios kilómetros. Todo eso requiere de un trabajo muy minucioso y, sobre todo, paciente; para encontrar patrones comunes que permitan establecer algún tipo de comunicación entre las personas sospechadas”, agregó.

Acotó que “seguramente” se extenderá la prisión preventiva de las cinco personas detenidas. “Recién van 20 días detenidos y todavía quedan pendiente 40; en ese tiempo, no se va a terminar esta investigación porque es muy compleja por la cantidad de personas involucradas, elementos secuestrados y otros pequeños detalles. A veces, puede surgir una evidencia que puede llegar a confirmar cierto aspecto del hecho, que tenga que ver con sus presuntos autores o con la modalidad con que se realizó; que a su vez requiere de la producción de otro tipo de pruebas. Va todo concatenado. Es una causa compleja y complicada, pero por lo menos hasta ahora hay material para poder trabajar e ir avanzando”.

Aún no se pudo determinar el rol de cada persona en la banda, aunque el fiscal consideró que  “es clave saber quién tuvo cada rol”. “De cualquier manera, hoy por hoy están todos imputados bajo una misma calificación legal, es decir que todos se encuentran bajo un mismo plan de organización y planificación del hecho. Eso no quiere decir que se trate de una banda, sino gente que se puso de acuerdo para cometer un hecho en particular, de determinada manera. El resultado, si bien no sabemos si era lo que ellos deseaban, o sea que el hombre muriera; no quita que estemos hablando de un homicidio doloso. Si es un homicidio en ocasión de robo, la muerte se produce como consecuencia del robo”, añadió.

Qué se llevaron

“La sospecha es que se llevaron dinero, posiblemente una cantidad importante, pero igualmente todavía no se pudo precisar. Y en los allanamientos se secuestró, sí, algo de dinero”, dijo el funcionario del MPF.

En cuanto a la personalidad de la víctima, se indicó: “Él vivía sólo, entonces no es fácil saber si faltaron cosas de valor o no, porque no había gente que frecuentara la casa y que pudiera darse cuenta si falta algún efecto de valor puntual, por ejemplo. Y en cuanto al tema de las finanzas y sus cosas, entiendo que era una persona reservada, por eso a veces se vuelve un poco más complicado averiguarlo en estos casos. Igualmente, todo se está investigando. He enviado oficios a todos los bancos, a todos, para que informen si él tenía cuentas y, en ese caso, qué movimientos había y si se habían registrado transacciones y/o extracciones de plata. Nada de todo eso llegó todavía. Sumado a la complejidad de la causa en sí, están las restricciones de la pandemia, que cada paso significa una complicación extra”.

Encomienda, muerte y juicio

“En realidad fue un artilugio como para aproximarse al lugar y, suponemos, él le abriera las puertas. Una pieza clave de la investigación es esa encomienda”, acotó el fiscal.

“Descompensación cardiovascular por estrés”, esa sería la causa de muerte. Al menos así está indicado en la autopsia. “Después, se suelen hacer una serie de estudios complementarios, anatomopatológicos, que llevan mucho tiempo y, en realidad, tienen relevancia cuando las causas de muerte son muy inespecíficas. En este caso, los golpes no causaron la muerte, pero el contexto es clave, por el momento que debió atravesar”.

Más adelante, advirtió que no maneja la posibilidad de un juicio abreviado. “Hasta el momento, por lo menos no se ha hablado de ello. Y yo tampoco quisiera que se resuelva de esa forma. De hecho, posiblemente, teniendo en cuenta los tiempos que demande la investigación y demás cuestiones, hasta podría llegar a ser un juicio por jurado. Al menos, estaría dentro de los casos previstos para ser juzgado bajo esa modalidad. La semana pasada hubo sorteos, o sea que ya se van cumpliendo algunas etapas y avanzando en esa posibilidad”, asentó.

Otro allanamiento

Ocurrió el viernes último, en una zona rural conocida como colonia Fontana, en cercanías de Villa Elisa. “Una de las líneas telefónicas que estábamos investigando, que evidentemente no se secuestró en los primeros allanamientos, detectamos que la semana pasada se había activado nuevamente y, después de un seguimiento, se encontró en ese lugar”, dio a conocer el fiscal Perroud.

“Estaba en poder de una persona que explicó que había comprado un teléfono con ese chip y, de hecho, era lo único que se buscaba allí; porque no se trata de alguien que esté sospechado o tenga relación con el hecho, sino que lo habría adquirido hace unos días, de buena fe”, referenció luego.

“Yendo un poco más hacia atrás, esto nos permitió corroborar alguna línea de la investigación respecto de ese teléfono”, agregó.

Varios casos de robo

“No creo que haya un patrón por el cual se sucedan varios hechos en un mismo lugar” evaluó el fiscal, al ser consultado sobre una seguidilla de asaltos registrados en la “ciudad jardín”, al menos desde el verano.

En cuanto al funcionamiento del sistema de cámaras de seguridad, “en este caso han sido más que nada las particulares las que han ayudado, más allá de que siempre es un trabajo prácticamente artesanal el que se encara: relevar cámaras y luego hacer un seguimiento de cada movimiento, a veces con horarios desfasados que debemos acomodar”, comentó respecto al paso a paso de una investigación.