El exdiputado provincial Daniel Ruberto, involucrado en la causa por el saqueo de fondos públicos de la Legislatura conocida como los “contratos truchos”, habló con Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) y disparó contra sus excompañeros de bancada de la Cámara baja por haber “prestado” su firma para algo que le dijeron que “políticamente es impecable”, no obstante hoy no le han podido dar ninguna explicación. Aseguró que quisieron ponerle un abogado, pero él designó el propio, lo cual generó un distanciamiento que sigue hasta hoy, principalmente con el expresidente de la Cámara de Diputados y exgobernador, Sergio Urribarri.
—¿Se sintió defraudado?
—En algunas cosas, sí. Yo mismo tengo una situación judicial que la he discutido con mi abogado defensor, y bueno, él me dice “vos tenías que acatar porque si hay una jefatura, es lo correcto dentro de un partido”. Explicó que él había sido convencional constituyente y había ciertas cosas que se acataban. Pero bueno, es cierto que en las cuestiones judiciales de los contratos, me disgustó. Fui citado, designé abogado, tuve que declarar ante la fiscal, es así.
—A usted le preocupó en el sentido de que se encontró con una situación irregular que no lo atravesó a usted, como le pasó a otros.
—Exactamente. Yo no era consciente de que estaba sucediendo eso, me sentí ciertamente defraudado, es la realidad.
—¿Por quienes estaban conduciendo esa organización delictiva?
—Exactamente. Porque no la conocía. Creí que era algo normal lo que estábamos haciendo, que no era ningún delito, entonces presté mi firma, es la realidad, porque la explicación era que desde el punto de vista político era impecable.
—Son cosas que no deberían suceder.
—Yo pienso que no, que ahora hay mucho mayor control. No debería suceder, esa es la realidad.
—¿Y le preocupa que demore tanto la causa?
—La verdad que sí, porque me gustaría que un día me digan “no tiene nada que ver” o “tiene algo que ver”, pero sí me preocupa porque una justicia tardía no es justicia. Yo preferiría que haya celeridad en el caso.
—¿Y cuánto de preocupados ha notado a varios de sus pares que estaban con causas más importantes?
—Todos estaban preocupados, yo consideraba que mi causa era “fácilmente defendible”, esto me lo explicó mi defensor, el doctor Marciano Martínez. Este fue mi primer desencuentro, porque yo elegí mi propio defensor.
—¿A usted le quisieron poner un abogado?
—El abogado es algo totalmente personal y tiene que ser mí abogado, entonces esto les causó un disgusto.
—¿Eso le provocó distanciarse de algún legislador?
—Totalmente. Es así. En política nunca se corta totalmente la relación, pero hay distanciamiento.
—Usted siente que abusaron de su buena fe…
—Totalmente.
—¿Y se lo dijo a esa persona?
—Sí. Prefiero reservar quién porque todavía está la causa abierta.
—¿Y qué le respondieron?
—Hay cierto corte de diálogo. Hay cosas que no me la pueden explicar a mí, entonces prefiero reservarlo y dejar que la Justicia decida. Ya está. Pero bueno, yo tengo mi nombre y acá fui involucrado mal.
—Por sus pares y el conductor de la bancada.
—Sí.
—¿Eso pudo haber sido determinante para no estar por un período más?
—Puede ser, pero en fin. El que decide sobre la lista de diputados es el gobernador, de hecho en algún momento nos sometimos a una bolsa con numeritos a ver quién salía, digamos que el legislador diputado es electo de acuerdo al lugar en que vaya en la lista, distinto al senador. Pero ahí ya el que decidía era Bordet, no creo que por eso hubiera una cuestión que lo tocara al actual gobernador.
—¿Hace mucho que no habla con Urribarri?
—Sí, bastante, tres años fácil.